miércoles, 1 de diciembre de 2010

Qué tema tengo con mi nombre. Cuando era chica era fácil, claro, porque cualquier Ana es Anita a los 4 años.
Después, la adolescencia, el colegio bilingüe, las series yankees o vaya a saber qué, hicieron que pasara a ser Ann para mis compañeras. Y todo muy lindo, salvo que combinado con mi apellido me suena a un equivalente de Kevin Gómez o Braian (sí, así) Gutierrez. Entonces, 'suelto' sí, pero con apellido, never.
Cuando conocí a J, inmediatamente me empezó a decir Anita, y por extensión toda su familia y amigos me conocen y llaman así. Y me gusta, ojo, pero no me *siento* Anita. Anita me da chiquita, flaquita, bonita, cheerleader. Sooo not me. Pero ahora ya está instalado, no hay vuelta atrás.
El verdadero problema, en realidad, se me presenta a la hora de firmar cartas, comments en fb, o lo que sea, incluso cuando se trata de gente cercana. Si pongo Ann, siento que van a pensar que me las doy de anglo, si pongo Anita me da miedo que piensen que me creo flaca, y Ana me parece muy formal a veces. Igual, es en general el que termino eligiendo, el mal menor.
Por esto es que al pensar el nombre de G, me cuidé muy bien de elegirle también un apodo "atemporal" al que pueda recurrir si quiere, aunque después los amigotes le terminen diciendo cualquier otra cosa, como le pasa a su papá.

3 comentarios:

  1. Yo creo que Ana es un nombre bastante "atemporal" también, y muy lindo aparte.
    A mí me pusieron Lucía aún cuando mi madre sabía que no me iba a llamar así... qué al pepe no? Además casi todos presuponen que me llamo Dolores. Aunque mucho no me copa mi nombre, me gusta más que Dolores.
    No hay demasiada gente que me diga Lucía, aunque cada vez son más... debe ser que estoy envejeciendo :S
    A la larga creo que todos los nombres tienen una contra, aunque esté en nuestra imaginación.
    Para el caso, en mi trabajo, hay una jefa que le dicen Anita (aunque también la llaman Ana a secas) que es simpaticona y redondita, nada que ver con la imagen que vos te hacés de las Anitas!

    Besos!

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  2. A mí Ana me parece un nombre precioso, no veo porque te parece tan formal... posiblemente sea una diferencia cultural.

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  3. Ahora Lola es un nombre en sí mismo; así se llama mi sobrina más chiquita, pero antes no se podía tomar como nombre, ¿no?

    Y no es que Ana me parezca formal en sí, sólo que al escribirle a la gente que me llama Anita, firmar como Ana me parece como 'tomar distancia' de alguna manera...

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