jueves, 24 de marzo de 2011

Gallery Nights

El martes fui con J, mis suegros y mi cuñada a Buenos Aires, a una exposición de los cuadros del tío de J.
Nunca había ido a uno de estos eventos; la única referencia que tenía eran que estaban "llenos de gente que va por la copita de champagne o vino gratis" (suegro dixit). La verdad que no noté nada de esto, pero para ser sincera, al ser una galería chiquita, con pocos cuadros en exhibición, y con tantos conocidos, para mí fue más que nada una reunión familiar.
En fin, el punto de este post es hablar de esa necesidad que tengo de hacerme la entendida cuando me enfrento a alguna expresión artística. Me hubiese encantado que ayer, por ejemplo, me hubiese pasado algo al ver alguna de las obras, alguna sensación especial, un enamoramiento fulminante, que algún cuadro me hablara.
Pero nada, che. Yo los miraba y los miraba, de cerca y de lejos, daba alguna vuelta y volvía a mirar, acercaba la oreja incluso, pero nada. Ninguna revelación trascendental, ningún llamado de los dioses artísticos, nada.
Como todos, sólo pude decir "este me gusta más", "aquel estilo no me llama demasiado", "prefiero este, con colores más vivos y exagerados"... Al menos eso, confirmé lo que ya sabía. Si fuese a poner algún cuadro de autor (?) en mi casa, lo cual me gustaría, tendría que ser abstracto y de colores que te hagan doler los ojos si los mirás mucho rato.
La artista que más me gustó de los 3 que exponían ayer se llama Claudia Grisolía, y este es el tipo de cuadros que hace:

(Encontré la imagen acá)

¿Qué les parece? ¿Alguien más no siente nada en particular, aunque lo intente, frente al arte?

1 comentario:

  1. Siempre me gustó el arte, pero no entendía demasiado hasta que una vez mi papá tuvo brevemente un socio que la mujer se dedicaba a dar cursos de apreciación del arte y demases; y como que "quedaba bien que fuéramos" o mejor aún "había que estrechar lazos así que había que ir". Mi hermana como siempre huyó, así que quedamos mi mamá y yo. Si bien protesté en el momento, hoy agradezco. No es que haga falta interiorizarse demasiado,y en definitiva para que algo te guste, no tiene por qué uno entender nada. Pero al menos a mí me encanta.
    Eso no quita que frente a algunos tipos de arte, uno siga sin sentir nada... aún cuando te lo expliquen (que no es la idea de arte... pero bueno).

    Besos!

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