jueves, 28 de abril de 2011

Sobre J

1. J nació el 27 de abril de 1980, ergo, a partir de ayer tiene 31 años, y por eso escribo esto hoy, supongo.

2. J se puso de novio a los 18 años, se casó a los 24 y se separó a los 26.  Comenzó un período de fiesta total en el que juró que jamás iba a volver a comprometerse emocionalmente con nadie, pero 8 meses después me conoció a mí, 36 días más tarde nos pusimos de novios oficialmente y ya no nos separamos.

3. Es la persona más optimista y buenhumorada (?) que conozco, y aunque a veces me agota tanto positivismo, es el único que me puede cambiar el humor cuando estoy sumergida en un mar de furia. Y en general, tiene ese superpoder en casi todo el mundo.

4. No tiene ni una pizca de sentido de la moda, del estilo, de combinación de colores o texturas en la ropa. Él se pone lo que le gusta, y ya. Y a mí eso, la verdad, que me encanta.

5. Ama el fútbol. Vive fútbol, respira fútbol. Cuenta cuántos segundos faltan para el glorioso momento en que G patee su primera pelota. Juega con sus amigos, con los amigos de los amigos, con el pibe que pasó por la calle y justo necesitaba uno para el equipo. Llegó hasta a jugar con mi ex, al que NO queremos (bueno, yo), sólo para no perderse la posibilidad de un partido más.

6. Es periodista, y yo no sé si eso es causa o consecuencia de su innato poder para sacarle conversación hasta a las plantas. Sabe muchos más detalles que yo de la vida de mi abuelo, por ejemplo, porque es el único que realmente se sienta con paciencia infinita a escuchar sus historias mil veces. Creo que siente que todos, absolutamente todos, tenemos cosas interesantes para contar. Lo loco es que gracias a esa convicción, efectivamente encuentra algo memorable en la vida de cada uno.

7. Es querible, no sé. Obvio que no me lo van a venir a decir a mí, pero estoy convencidísima de que no existe persona en el mundo que pueda decir que es un mal pibe, que se portó mal con él/ella, o que directamente no lo soporta.

8. Es el hijo que mi papá esperó toda su vida pero que se resignó a nunca tener después de su 3era hija mujer. Sorpresa, 17 años después, le cae un hijo. Ojo, mi papá nos ama, pero está clarísimo que esto de tener con quién compartir los 20 deportes distintos que miran, las salidas a pescar, el Gran DT, la actualidad política y social y hasta el vino de la cena, para los dos, no tiene precio.

9. Tuvo un pólipo en la garganta el año pasado, que, por su profesión, fue necesario remover con una intervención quirúrgica. Alucinó con la experiencia de la anestesia, pero después pasó los peores días de su vida cuando no pudo hablar por 48 horas. Justo él. La doctora que lo atendió me dijo "Bueno, mirá, no para de hablar con los enfermeros... No sé cómo vas a hacer para que se quede callado. Suerte!"

10. Sabe lo básico de todos los oficios útiles en una casa: es mi plomero, mi electricista, mi albañil, mi técnico del cable, hasta un poco mi mecánico personal. Siempre se tira abajo diciendo que esas cosas nunca le quedan perfectas, pero para mí, con lo que hace basta y sobra. Supongo que adentro mío, eso es lo que tiene que hacer un hombre que se precie de tal.

11. Después de una charla con las mujeres de sus amigos, que contaban que los susodichos jamás habían cambiado ni cambiarían un pañal, se me ocurrió preguntarle a él si estaba dispuesto a hacerlo (yo todavía ni estaba embarazada). Me miró muy serio y me dijo "Sí, pero nos tenemos que turnar, vos también vas a tener que cambiarlo a veces!" ¿Entienden esto? Fue genial. Y al día de hoy, cumplimos ese trato al pie de la letra. Yo también lo cambio, a veces...

12. Le regalé una agenda el año pasado. Jamás la usó. Su sistema imbatible sigue siendo tener 10.000 papelitos con direcciones y números de teléfonos (muchas veces sin referencia!) apiñados en un mínimo espacio de su billetera. Sí, muchas veces se le superponen eventos, o se olvida. Lo queremos así.

13. Tiene una familia enorme: 3 hermanos, 12 sobrinos. Él es el hijo más chico, y por ende, "el nenito" para todos. Ayer tenía a como mínimo 5 mujeres de su familia trabajando para él en su cumpleaños. Mi suegra me ha llegado a decir "J es el mejor de mis hijos". Así nomás. No se lo discutí.

14. Los amigos lo llaman por 2 apodos ridículos que nunca logré descifrar del todo de dónde venían. Por eso trato de mentalizarme de que algún día a G, con su nombre tan lindo, le pueden empezar a decir Cabeza, o Remolacha, o Marley. Qué sé yo.

15. Más allá de la cambiada de pañales, es un padre espectacular, al día de la fecha. Ama a ese bebé con locura, lo ve lindo, inteligente, perfecto. Tiene la delicadeza de dejar que yo le elija la ropa que él le pone todas las mañanas, eso sí.

16. Ha logrado que yo, la persona más celosa sobre la faz de la tierra, no tenga un sólo motivo para dudar de él. Ok, las despedidas de soltero a las que va no me hacen muy feliz que digamos, pero como dice la vieja frase: "no desconfío de vos, desconfío de ellos..."

17. Ama mis collares y mis aros. Me arenga para que los use todos los días.  Creo que internamente sufre por no poder usarlos él.

18. No sabe qué es el asco. No voy a dar detalles acá, créanme y ya.

19. Lo mejor que le quedó de su matrimonio fallido fue el miedo por no ser lo suficientemente atento para con su mujer. Así que ahora es como el otro extremo, está muy pendiente de mí, de lo que me pasa, de lo que hago y dejo de hacer. Cuando me sacaron los brackets hacía menos de un mes que estábamos de novios, y ese día me trajo 2 manzanas (una verde y una roja, porque no sabía cuál prefería), porque había escuchado que comer manzanas era lo que más extrañaba desde que me habían puesto los aparatos. Qué ejemplo boludo que conté, pero sirve para ilustrar el punto.

20. Cuando él te abraza, te abraza. Te sentís querida. Lo sentís tan auténtico. Ojalá yo pudiera ser así.

21. Compite con mi papá por el puesto de "Persona más generosa que conozco". El pibe es todo dar.

22. Está un poco preocupado por la panza que se ve y que se le está yendo un poco de control. No está acostumbrado, y se horroriza cuando ve que una remera M le queda justa, tirando a chica. Hace promesas de dieta que se le olvidan en cuanto se cruza con la 1era medialuna. Y a mí qué me importa, les juro.

23. Hablando de comida, tiene la madre mejor cocinera del mundo. Nunca he visto a mi suegra cocinar cosas salidas de una caja. Todo empieza de 0. J se crió así, obviamente, y después se vino a cruzar con esto que soy yo. A fuerza de constancia, ya me convenció de que cuando me aplaude por las patitas con arroz o los fideos con salsa de lata que le preparo, no está siendo irónico. Él es un agradecido de la vida, tiene gustos simples y sabe disfrutarlos. Le gusta la comida, y te lo va a decir, te va a aplaudir. No le importa de dónde vino, él te agradece tu esfuerzo y básicamente, todo le viene bien.

24. Excepto las aceitunas, y el helado de limón, aunque si los tiene que comer, los come. Eso es todo lo que he encontrado que no le gusta, en 3 años y medio de relación. Qué tipo jodido.

25. Él fue quien me enseñó que el Fernet es Branca, y que es rico.

26. Tiene unos anteojos, que no usa nunca, pero el otro día los encontró y de repente se maravilló ante lo nítido que se veía el mundo. Yo aproveché y le presenté a G, cosa que lo viera bien por última vez antes de volver a perder los anteojos. A mi panza post-bebé me encargué de esconderla bien.

27. Le encanta jugar juegos de mesa y de cartas, otra de las características del hombre ideal (por si alguien se lo preguntaba, sí, son todas características de mi padre. Groso edipo. Shut up).

28. Le gusta la música nacional, pero jamás pretendas que se acuerde más de una estrofa.

29. Mejor no le pidas que se acuerde de nada con mucha exactitud. Yo soy lo contrario, así que ya aprendió a no discutirme nada relativo al pasado, inmediato o lejano.

30. Mira "Un año para recordar", la novela de Carla Peterson, que a mí me parece un divague aburridísimo. Y cuando le quiero hablar, me dice "pero estoy mirando mi novela!". ¿Doña Rosa, él?

31. Ahora se quiere casar. Y ahora yo no quiero. Si tan sólo pudiéramos invertir los roles, ponerle a él el vestido blanco, hacer que él caminara por el pasillo ese hasta el altar (igual por Iglesia no podemos porque es divorciado, por suerte!), y se sacara 5.000 fotos posando con el ramo, estaríamos todos contentos. Pero no, che, parece que yo también tengo que estar en las fotos, yo también tengo que sonreir y bailar toda la noche y saludar a la tía Elsa que me diga que estoy 'preciosa'. Y yo así, no. Así, de perfil, no. Así que veremos J, disfrutá tus 31. Seguí así, no cambies nunca, la radio está buenísima. Gracias por elegirme.

2 comentarios:

  1. Mirá no se si te casarás o no pero con la situación que estoy viviendo, que me demuestres que un hombre puede generar en una mujer tantas cosas lindas lindas me dá la esperanza de que algún día lo puedo encontrar y yo sí me kiero casarrr! jeje

    Divino relato...Un besito...

    ResponderEliminar
  2. Este post desborda de amor!!! Muy lindo! El te lee?

    Dos cosas:
    1. No te puede agotar el buen humor!!! Es una bendicion que sea positivo y optimista!!!

    2. No te querés casar por el tema panza post baby que es inversamente proporcional al vestido blanco? Te entiendo y te banco! Yo estoy mas gorda ahora que Matias tiene 2 años que cuando tenía 5 meses!
    Pero el tema del blanco se puede arreglar... visto que no te casas por iglesia, podés elegir otro color... y las fotos, no es necesario salir en las 5.000 pero seguro vas a tener que aparecer en 4.999! Aprovechà a casarte mientras él quiera... porque después se acostumbra a estar de novios y no te lo pide mas!

    Un beso

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.