Inventemos tradiciones

A mí me gusta lo anglosajón, más específicamente lo yankee, y eso no es ningún secreto. También me encantan los blogs americanos y argentinos, y eso también lo sabe cualquiera que me conozca. Y necesariamente, copio ideas de todos lados, porque soy inútil y no se me ocurre casi nada por mis propios medios.
Bueno, de esos blogs yankees saqué mi delirio por hacer un baby shower, y, tiempo después, la idea de que no hay que esperar 1 año para festejar cumpleaños. Podemos instaurar entonces el... medio cumpleaños! Así tenemos una instancia intermedia de festejo que nos acorte la espera hasta el próximo gran día gran. Pero como por supuesto soy un cuelgue y me olvidé de hacerlo con mi propio hijo, decidí hacerlo con mis ahijados!

Fausto, o Tato como lo conocemos todos, cumplió 6 meses el 12 de febrero. Me vino a visitar ese día y me sorprendió GATEANDO, sí, el día que cumplía 6 meses. Es muy desubicado ese chiquito, les voy avisando.

Feli, mi otra ahijada, los cumplió hoy, así que no necesité mejor excusa que esa para invitar amigas y jugar con ella un rato.

Como para justificar la visita, a ambos les hice media torta, por el medio año, con mis escasísimas dotes reposteriles. Todo por amor. 

(Decía 6m, por 6 meses, pero Geno fue más rápido)

¿No es lindo regalarles la media sorpresa? Obvio que este año ninguno de los 2 se enteró ni probó las exquisiteces que preparé, pero si mantengo esto a través de los años, ¿no es una buena tradición para tener con su madrina?