Hoy no hubo desayuno afuera de casa. Pero hubo algo mucho mejor: una madre durmió hasta las 12 del mediodía. Y algo MUCHO mejor: esa madre fui yo! Sí, sí, en un esfuerzo de producción, J y G aliaron fuerzas y permitieron que se diera este milagro. ¡Estoy tan agradecida! Casi que no me molestaría reemplazar la tradición del desayuno por esta!
El tema era que no pensábamos salir, de todas maneras, para no sacar a G, en su precario estado de a-punto-de-enfermarse al frío de la mañana. Las horas extras de sueño no estaban planificadas, pero fueron bienvenidas.
A la tarde, en la casa de mi mamá, decidí que no quería entregar los boletines así nomás, como todos los años. Esta vez quería copiar a mis pares, maestras de castellano, que siempre preparan lindos sobres para mandarlos a las casas.
Y esto me llevó a darme cuenta de otra cosa a la que aspiro en la vida, además de ser la abuela que cocina: quiero tener toda la colección de materiales que tiene mi mamá. Entiendo que no en todas las casas tendría algún sentido práctico contar con abrochadora larga, retazos de goma eva, cintas de todo tipo, o mil cosas más que sólo encontrarías en una librería bien surtida. No son cosas fundamentales, es verdad, pero cuando las necesitás por algún motivo, ¡qué felicidad te da encontrarlas!
Así de la nada, enseguida me pudo proveer de tijeras con formitas, plasticola, manitos de todos colores cortadas con sacabocados, y marcadores metalizados (de mi hermana, también maestra!). El block El Nene lo había llevado yo del cole, pero también hubiese podido encontrarlo en lo de mi mamá!
Eran 28 sobres. Empecé y terminé (con la ayuda de mamá) durante el partido de River, que escuchaba de fondo, porque sinceramente no llega a interesarme. Considerando el poco tiempo que llevó, el resultado es más que aceptable. ¡Sobre todo cuando pienso que la primera opción era entregarles los boletines así, sin más, como siempre! Acá están:
Nice and sweet. Una pavadita, pero que estoy segura que alguien sabrá apreciar.
Y vaya este agradecimiento y reconocimiento virtual a mi mamá, que hace aaaaños me viene salvando las papas cuando se me ocurren estas ideas brillantes siempre -SIEMPRE- a último momento. Mi stock de artículos es pequeño todavía, pero va creciendo, ¡y algún día llegará a equiparar el tuyo, má! Gracias por toda tu ayuda de siempre.
Para cerrar, un close-up porque sí:
Cómo extraño hacer eso!
ResponderEliminarCómo extraño el block de hojas El Nene y la goma Eva!!!
En primaria nunca me dieron el boletín así!!!! Pero hasta preescolar nos daban los informes en unas carpetitas de colores, e iba de la felicidad porque la de castellano era rosa (todas las nenas querían rosa y no todas las tenían en rosa) a la desesperación porque la de la tarde era negra!!!!!! era la única negra encima. Recuerdo que me trataron de consolar diciendo que el negro era el color de moda... así que mirá si será importante cuando uno es chico todas estas cosas.... al menos a mí me hubiera encando recibir el de mi tocayita!
ResponderEliminarYo soy 0 pedagógica y esas cosas, pero este año cuando empezaron las clases, en el cole de MC nos dijeron que los informes a partir de ahora se brindan sólo on line... yo extraño el papelito!!!!!! Muy moderno todo, pero no sé... extraño, igual los imprimo (soy cachivachera, jaja)
Tu madre una divina, mi madre ni a palos te hace algo así, bueno está bastante lejos de ser docente también (en realidad es profesora de piano, pero por el bien de sus potenciales alumnos, nunca ejerció!)
Con todo esto tenés bastante para ser la abuelita de tweety como le digo yo, que decías querer ser en el post anterior, como decía en ese comentario, te falta tejer, coser y bordar, pero esto es una parte fundamntal y ya es prueba superada.
Besos!
Alicia, la verdad que disfruto mucho haciendo estas cosas, aunque tengo compañeras que lo ODIAN! y jamás gastarían su tiempo en algo así... Yo también lo voy a extrañar cuando ya no lo haga!!
ResponderEliminarLola, qué loco pensar que muy pronto ya no van a existir los boletines de papel, y en un tiempo, ni siquiera los cuadernos! Seremos tan arcaicas como ahora me parecen los que tenían el maíz en el rincón! jaja