Matemática amistativa: 2+1+3+(1+1+1)

Eli nos pide, para su fiesta virtual, un post relacionado con la amistad. Pero a mí se me ocurren 4. ¿Qué hago? Van los 4 en 1, lo cual parece ser mi modus operandi estos días...

1. Voy a ser repetitiva. Si te tengo que nombrar a las 2 personas que sé que van a estar siempre, pero siempre, porque básicamente siempre estuvieron, y bueh, bancatelá, te tengo que hablar de mis hermanas. Hay algo en esa incondicionalidad, en esa sinceridad brutal, en esas peleas instantáneas pret-a-porter que se olvidan al minuto, -cuando surge algo más interesante-, que a mí me enseña de qué se trata la amistad. Tuve suerte de que en esa lotería hermanística me hayan tocado estas dos minas tan copadas, tan confiables, tan permanentes. Por eso C es la madrina de G, y M será la madrina del próximo. Porque yo quiero que mis hijos puedan contar siempre con sus madrinas, y las únicas personas por las que puedo poner las manos en el fuego, que puedo jurar y perjurar que jamás voy a perder, son ellas dos. No hay más vuelta que darle.

M, G en la panza, y C.

2. Voy a ser polémica. Hoy a la mañana, J me dijo Feliz Día. Sí, mi novio es mi mejor amigo. Déjenme argumentar antes de rasgarse las vestiduras. Yo sé que todo el tema de dormir juntos, tener hijos juntos, casarnos, anula la idea básica de la amistad, pero hay otros aspectos que la confirman. J me hace reír, y yo a él, todo el tiempo. Le puedo contar todo-todo, incluso el miedo que me da que mi futuro marido se acueste con otro ser vivo en la despedida de soltero, o que algunos de los amigos de mi novio me parecen muy boludos a veces, o que me voy a tener que comprar ropa porque no tengo qué ponerme el sábado. Y él me monologuea sobre fútbol y política, y eso es más que suficiente para entrar en categoría amiga. Puedo contar con él. Puedo salir con él. Puedo bailar con él. Puedo ir al shopping con él. Puedo ser yo misma con él, joderlo, gastarlo, andar en pyjama, despeinada, con el maquillaje corrido. Sí, es verdad, todo esto aplica a la mayoría de las relaciones de pareja felices. Pero no me importa. Para mí la amistad es un pre-requisito para el amor, and that's that.

J y yo en su cumple, ¿vieron qué buena amiga? Le gestioné una torta con un corpiño de Boca.

3. ¿Vieron esa subespecie de mujer que afirma, jura y perjura que ella no sirve para tener amigas mujeres, que sólo puede fraternizar con hombres? Bueno, yo podría haber sido de esas, si no fuera porque tampoco tenía amigos varones, o si existían, era porque en menor o mayor medida, les quería dar. Chan. En fin, para serles sincera, la amistad nunca fue algo fácil para mí. Lo habrán notado en el hecho de que empecé por hablar de mis hermanas y mi novio antes de aventurarme hacia algún amigo hecho y derecho, con quien no me una la sangre ni la piel.

Pero ahora, a mis 26, estoy feliz de haber logrado 3 amistades estables. Sí, sólo 3. Y con esto no quiero decir que no me relaciono con nadie más en el mundo. Tengo muchos conocidos, de esos que llamamos amigos sólo porque describir la relación real sería largo, aburrido y antipático. Si alguien se pone de novio y yo me entero 2 meses después, no es mi amigo. Si me entero de un nacimiento por facebook, me doy cuenta que ha nacido el bebé de alguien que no es estrictamente mi amigo, aunque Mark Zuckerberg se empeñe en afirmar lo contrario. En fin, captan la idea.

Tengo 3 amigas y dos lugares vacantes, vamos a ver quién los llena, si los llena alguien. Tener más de 5 amigas reales me parece un despropósito. Bastante me cuesta coordinar horarios con ellas 3 para vernos al menos una vez por semana!

El punto es que en la adultez he descubierto la importancia de las amigas, el papel vital que ocupan. Estas chicas me enseñaron a lavarme el pelo (se los juro), a maquillarme, a cocinar. Me explicaron el intricado proceso de la depilación, al cual era completamente ajena. Me hablaron de gordura, de estrías, de nutricionistas. Me arrastraron al gimnasio y me acompañaron a la peluquería. Fuimos al cine a ver películas de minitas, pedimos comida casi siempre después de disertar sobre la importancia de cuidarse y comer sano.

Alanis tiene una canción, The Heart of the House, que habla sobra la figura de la madre, y le pregunta "Where was your ally, your partner in feminine crime? Who's your buddy? Who's got your back?" Sé que las mamás tenemos cierta tendencia a cerrar filas alrededor de los hijos y cerrarnos al mundo, pero cada vez más descubro que esto no es lo mejor para nadie. Yo necesito a mis amigas, y me gustaría que G creciera viendo la importancia que le dan sus dos papás a cultivar y cuidar la amistad, entre ellos y con los demás.

4. Para cerrar este post eterno, quiero hablar brevemente de las 3 mujeres que me marcaron en términos de amistad.

Julieta fue mi primera amiga real, aunque ya no la vea. Tampoco es mi enemiga, eh? Es de esas que se fueron con la corriente de la vida. La conocí en el colegio, a los 15 años. Wow. Tardé 15 años en tener una amiga de verdad. Creo que lo pasó es que ella era todo lo contrario, tenía un master en amistad, o algo; se conocía todos los rituales y manejaba el manual de la mejor amiga de taquito. Y a mí me cambió la vida. Un día yo falté al colegio porque estaba enferma. Y esa tarde, ella vino a mi casa a verme, de sorpresa, para ver cómo estaba. Listo, esa boludez la puso en mi lista blanca para siempre. Y a partir de ahí, miles de cosas. Pero yo transité una adolescencia difícil como pocas, y nunca me pude abrir del todo con ella. Pero sé que siempre hizo lo posible, que me quiso de verdad, con mis millones de defectos, con mis comentarios hirientes, con mi social awkwardness, con mi torpeza general para manejarme en la vida. Ella me hizo sentir normal, y a esa altura de mi vida, ese fue el mejor regalo que me pudo dar.

A Vic la conocí en la facultad, un par de años después. Creo que no hablé con ella hasta 3er año, pero sabía mucho de su vida porque es de las que levantan la mano y hablan, y hablan, y hablan un poco más. La veía demasiado copada, flaca y linda como para pensar en ser mi amiga, pero un día se dio. Y a ella la pongo en este podio porque me dio otro regalo importantísimo: me hizo sentir importante. Yo estaba pasando el peor momento de mi vida, en una relación espantosa, con el autoestima destruida por este pibe dañino, resentido y psicopatón. Y ella no me lo permitió. Otra vez Alanis, "she wouldn't let me get away with kicking my own ass". Creo que me tomó como su misión personal. "Esta mina NO va a destruir su vida por ese tipo", habrá pensado. Y entonces me sacó a pasear, me presentó a sus amigas, me llevó a su pueblo, me invitó a bailar a Buenos Aires. Me persiguió hasta asegurarse de que yo volvía a estar bien. Pero un tiempo después, volví a caer. Volví con el muchacho en cuestión, aún sabiendo que eso implicaba perder a Vic y todas las nuevas amigas que había ganado. Pero cuando se enteró, me dijo "Sabés que esto no me gusta, sabés que creo que es lo peor que podés hacer, pero soy tu amiga, y te voy a bancar en lo que sea". Wow. Jamás pensé que esa clase de incondicionalidad podía existir afuera de mi familia. Julieta, por ejemplo, ya había sido historia, precisamente cuando me puse de novia.

Hoy en día, Vic y yo mantenemos la relación por facebook y mail, y nos vemos cuando hay reunión de compañeras de fac, que se dan 3 o 4 veces por año. Ya me confirmó su presencia en la fiesta, y me hace feliz saber que va a estar ahí, porque la responsabilizo en gran parte por esta etapa genial de mi vida, que empezó cuando la conocí.

Vic en uno de sus cumples, en la lejana y mística Buenos Aires

Termino con Mainu, una del trío amistativo actual. Creo que ya estoy grande para hablar de mejoramiga, así que voy a decir simplemente que es la que tengo hace más tiempo. A ella me la presentó Julieta, la 1era de esta lista, y acá estamos, aún cuando la intermediaria hace rato que desapareció de nuestras vidas. Ella siempre estuvo, aunque intermitentemente. No nos veíamos mucho porque cada una seguía su vida, pero mi relación con J y el fin de su relación con P hizo que volviéramos a encontrarnos, esta vez para empezar una amistad mucho más firme. ¿Vieron la típica situación donde una chica corta con el novio, y para salir a flote se agarra de la primera balsa-amiga que encuentra? Bueno, tuve la suerte y el honor de ser esa balsa. Y a cambio, ella me dio ese regalo del que hablaba antes, el enseñarme a ser mujer. Ok, probablemente jamás usaré las microtangas que vi en su cajón durante su mudanza, y nunca me verá completamente desnuda, pero hemos hecho enormes avances en estos años. Ahora va a ser testigo en mi casamiento, y no se me courre mejor forma para demostrarle que pretendo seguir teniéndola en mi vida para siempre.

Mai y yo en una fiesta de San Valentín que se nos dio por organizar en casa

A los que festejan, Feliz Día! Y a los que no, Feliz Miércoles!