domingo, 10 de julio de 2011

Mañanas de domingo XI - Volvimos con todo!

Retomamos los clásicos (?) desayunos dominicales después de un impasse de dos semanas. Elegimos para la ocasión The Coffee Store, y quiero empezar por pedir, una vez más, un aplauso de pie para G, que se dedicó a hacer lo que se ve en la foto hasta que la moza trajo la cuenta.

Tiene el párpado izquiero re hinchado y colorado. Motivos inciertos. Este pibe no tiene paz...

 El día estaba espectacular, ¿vieron? Así que optamos por unos silloncitos afuera. J no innovó demasiado:

Submarino 'especial', con crema, salsa de chocolate, y no sé qué más, y una medialuna.

Yo, que estoy en la lucha nutricional, si bien estoy en semana de mantenimiento -concepto jodidísimo-, no me quería zarpar demasiado. Bien, no lo logré. Pedí una promoción, el Desayuno Bio, que incluía lo siguiente:

3 tostadas de pan integral con Casancrem y mermelada de algo raro...

Té (podía ser café con leche), y un vaso de jugo de naranja exprimido...

Y un yoghurt Dahi de frutos del bosque que cuando lo mezclabas con los cereales y las frutas -frutillas, kiwis, bananas y manzanas-...

...quedaba así.

Todo -lo mío- por $40. No me pareció tan mal, ¿no? Además, aproveché para leer la revista Brando, ya que nunca había tenido el gusto, mientras J era todo un adulto que leía el diario. 


La pasamos muy bien, chillaxin', como deberían ser las mañanas de cualquier domingo.

Sin embargo, quiero utilizar este pequeño espacio que me conceden para aclarar que la mañana no empezó tan bien. G se despertó a las 7:20 -nosotros habíamos estado con amigos en casa hasta la 1- y estuvimos dos horas rogándole que volviera a dormirse, aunque él insistía en que lo más divertido era seguir arrojándose, alternadamente, sobre la cabeza de mamá y papá.
Llegué a mi punto límite y lo bajé de la cama. "Listo, G. Ahí está. Andá a hacerte un café con leche y no nos rompas más las bolas". Él, feliz, descubrió mis zapatos adentro del ropero. Y ese sencillo y ridiculísimo acto, hizo que yo me resignara a que el día había empezado hacía rato, y yo no estaba en él.
A partir de ahí, todo fue sonrisas.

6 comentarios:

  1. Compenso, una mañana tempranera con una siesta para dejarlos desayunar ;)

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  2. Desayuno casi light esta semana. Por lo menos no me tenté... tanto!
    Esta comestible G. dormido así en su cochecito, quién diría que es el mismo bebé que unas horas antes no había forma de que durmiera un ratito más?
    Bien por no haber abandonado después de dos semanas de ausencia!
    Besos!

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  3. El pàrpado hinchado y rojo de G puede ser un poquito de viento en el ojo... o alguna arañita que lo haya picado... no te preocupes!

    Esta vez lo hubiese acompañado a J... ese submarino se ve mortal!

    Besos

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  4. Para empezar con todas las pilas ese desayuno! Ojalá yo tuviera esa facilidad para levantarme temprano...

    Te felicito por el proyecto del cole, lo leí recién =D admirable que puedas hablar en público, yo moriría en el intento...

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  5. Cómo extraño el pan de verdad!

    Esas tostadas se ven espectacular!

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  6. LRS, la verdad que sí, compensó! Menos mal que J me arrastró de la cama, porque si era por mí, íbamos a tener una mañana muuuy complicada!

    Lola, empezó con la ilusa idea de hacerlo light... No me salió. Veremos qué pasa el domingo que viene, porque no nos damos por vencidos!

    Mai, creemos que sí, habrá sido algún tipo de insecto, porque le duró el fin de semana, pero ya está mucho mejor! J moría de envidia cuando vio lo que me traían, ojo!

    Caro, yo NO tengo ninguna facilidad para levantarme temprano... De hecho, esta tradición se originó por la bronca que me da no poder seguir durmiendo hasta después del mediodía, como hice toda la vida!

    Alicia, la vida sin pan, NO ES VIDA!

    Caro,

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