miércoles, 9 de noviembre de 2011

Alerta, alerta! The Help me hizo llorar

Acabo de terminar de leer The Help, de Kathryn Stockett. Creo que lo empecé hace menos de 4 días, y es un libro de 520 páginas. No quiero decir con esto que soy una superveloz, pero sí que es imposible dejarlo. Lo leí  en cada milisegundo libre, mientras esperaba que hirviera el agua para la vitina de G, que cambiara el semáforo, cada vez que G desviaba la mirada.

Para las que no saben de qué va, habla de las empleadas domésticas -negras- de la década del '60 en Mississippi. Con ese dato, ya se imaginaran que no es una novelita rosa. Es muy duro, bastante crudo a veces, pero maravillosamente escrito. Y se me hizo imposible no traerlo a mi vida cotidiana.

Nunca tuve empleada con cama, como se le dice en el country. Siempre oscilé entre la envidia hacia todas mis amigas, que siempre tenían sus casas impecables porque había alguien atrás de su familia todo, todo el tiempo, y la extrañeza total, preguntándome cómo sería tener a una persona más viviendo en la misma casa, alguien que es casi parte de la familia, pero no. Definitivamente no.

Era chica, o adolescente, cuando interactuaba con estas mujeres, y la verdad, jamás se me ocurrió hacerme la pregunta que plantea el libro: ¿cómo es ser empleada doméstica? ¿Qué se siente dejar a tus hijos al cuidado de otros, para ir a criar hijos ajenos? ¿Cómo será no ver a tu familia en toda la semana, mientras te esmerás en servir el café exactamente como a tu patrón le gusta, para no hacerlo enojar ni que te trate de inútil?

Fui creciendo, dejé de ver a mis compañeras de colegio, pero pasé a trabajar con patronas. Y empecé a escuchar otra campana. "No sabés lo que es, no sabe limpiar". "Es un horror, ya le expliqué veinte veces que no me gusta que me vacíe la pava del mate; me embola tener que rellenarla cada vez que la pongo en el fuego" (sic), "Mi vida es un desastre, hace 37 horas que estoy sin mucama, la tuvieron que operar de urgencia, no sé qué hacer, tengo que buscar ya una nueva", "¿Vos viste lo difícil que es conseguir buenas empleadas hoy en día? Me tuve que conformar con una, pero no quiere con cama, le dije que se quedara hasta que encuentre alguien que se quede". Y así.

Estas mujeres viven en esas casas, crían a sus hijos muchas veces, les cocinan lo que van a comer, lavan su ropa interior, conocen todos y cada uno de sus secretos. Pero hay un pacto tácito, que hace que esta asimetría se siga sosteniendo, que nunca lleguen a ser iguales. Y esto es lógico, claro. Hay una relación empleadora-empleada que no puede ignorarse. Pero igual. A medida que pasan los años, estos comentarios me dan cada vez más escalofríos.

Hay muchas cosas importantes que mi mamá me enseñó en mi vida, pero este es un punto que tengo marcado a fuego porque se le dio una importancia central en mi familia: si hay una persona trabajando en esta casa, esa persona es una igual. Se la respeta, se le pide por favor, se agradece cada cosa que hace por vos. Ni se te ocurra siquiera permitir que se cruce por tu cabeza un pensamiento del tipo "para eso le pagan", porque vas a conocer la ira de mi madre.

Ella tiene a Josefa en su casa, todos los días, hace muchos años. Y Josefa ES parte de mi familia. Ella es a quien llevamos a conocer el mar en marzo, cuando cumplió 70 años. Por su edad, es como mi abuela, lo que la convertiría en la bisabuela de G. Y cada vez que la escucho llamarlo "mi niño", o contar orgullosa cómo él se va contento a hacer las compras con ella en su cochecito, o repetirle todos los días "te quiero mucho, G", se me alegra el corazón. Y cuando lo veo a él besándola, o haciéndole chau con la mano, o riéndose cuando juega con ella, deseo con todo mi corazón que sea siempre así, que Josefa esté con él por mucho tiempo más, que él llegue a recordarla y que ella logre que él aprenda esta lección, que se le imprima en la mente y el alma y nunca la olvide. Una persona que trabaja en tu casa, vive en tu casa, merece tu respeto, tu cariño, tu admiración. Merece que le reconozcas su trabajo bien hecho todos los días, que le agradezcas cada vez que te hace comida rica, que te detengas a observar cuánta suerte tenés por volver a tu  cama todas las noches y que esté hecha. Es simplemente eso, dar gracias por todos esos lujos diarios, reconocer que no son duendes mágicos los que llevan tu ropa sucia desde el canasto (con suerte) y la transforman nuevamente en la ropa limpia y planchada que encontrás en el cajón. No importa quién esté pagando su sueldo.


Gracias má, por enseñarme esto con tu ejemplo diario. Es algo que llevo conmigo para siempre.


15 comentarios:

  1. Qué fuerte. Yo he hablado con más empleadas domésticas que con empleadores, sin duda. Pero en la casa de unos amigos de mi hermana tenían una niñera con cama adentro. Y tendría en ese momento 17, 18 la chiquilina, y era del interior, de la frontera más alejada de montevideo. Para mí era un-via-je todo el asunto, algo inentendible, en mi casa no había siquiera alguien que fuera a repasar la limpieza una vez por semana. Siempre me pareció triste ese trabajo hasta ahora, que realmente veo que limpiar una casa es un laburo tan sacrificado que en vez de pensar "qué horrible, pobre" pienso "qué fiera, bo" (nótese que acá el fiera no es lo mismo que allá, acá fiera es ser una leona, laburadora). Es un sacrificio y es un trabajo enorme, para mí sería tremendo, estresante y muy angustiante vivir planchando camisas y haciendo camas, por eso me merece respeto y buena onda con la gente que lo hace, porque sobre todo está bueno cuando esas personas se transforman de verdad en un AMIGO que tiene ciertas taras para cumplir en tu casa, pero te quiere y vos a ella. Lo más lindo es cuando las niñeras se vuelven abuelas o tías postizas (no madre, ahí ya es un garrón la situación me parece) :)

    saludos!

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  2. En mi casa hay una "Reyna" y no soy yo, es la primera persona que tengo que trabaja todos los días, comenzó con nosotras cuando en mi familia hubo problemas de salud graves, y fue como un bálsamo, pero hace 2 días me dijo que se volvía a Bolivia, ya no de paseo, sino para quedarse porque tiene un nene de 8 años que a reclama (y esto fue algo que me confesó en esta charla) yo lloré con ella. Hablé con mi mamá y le ofrecimos que considere quedarse en Argentina traer a su mamá y a su hijito y vivir en una casa que mis padres tienen.
    Reini es un ser callado, dulce, solícito y tan cuidadosa y paciente con mi hija, si bien ella no la cuida como tarea lo hace por el afecto que le tiene estando siempre atenta a sus andanzas.

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  3. Qué lindo lo que escribiste Ann.

    En casa nunca hubo alguien empleado para limpiar. Al contrario, mi mamá cuando recién llegó del campo trabajó como doméstica en la casa de un médico por unos años y nunca me contó algo negativo de la familia, se ve que la trataban bien, pero ésa fue su única experiencia.

    Yo tampoco sabía que el trato podía ser tan horrible hasta que, te parecerá raro, en la tele por ahí en alguna novela o película lo mostraban.

    Lo que me parece un horror es lo que hacen algunas que antes de que se vaya la empleada, la obligan a abrir su bolso o cartera para ver si se robaron algo.

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  4. Qué lindo Ann! Mi mamá me enseñó las mismas cosas que la tuya. En la casa y en cualquier lugar, la escuela por ejemplo, quienes tienen la tarea de hacer que tu lugar sea confortable, limpio, seguro, es la persona más importante, la persona a la que le debemos nuestra tranquilidad y nuestra salud.
    Me gustó mucho este post!
    Besos y buen jueves!

    Fer
    www.fabulinas.blogspot.com

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  5. pufff q tema! q horror q haya personas tan frías q no llegan a sentir a esas mujeres q viven en su misma casa por años como parte de la familia! Q horror q cuando caen internadas la "jefa del hogar" piense en y ahora q hago? en vez de en su pronta recuperación porque la kiero ver bien!

    En fin...un besito enorme!

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  6. Es cada vez más común escuchar esa clase de comentarios la verdad.
    Yo vengo de una familia donde ese por ejemplo era el trabajo de mi abuela, y jode mucho ver que se trata tan mal a quien te soluciona muchas veces el 50% o más de tu vida doméstica.
    Muy buen post Ann, me encantó

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  7. mira, soy de las que ordena, porque mañana viene Marita, y una cosa es que ayude a limpiar, y otra es que se la espere, para que se haga cargo de mi vida! aparte asi tiene tiempo de tomar mate conmigo!!! yo definitivamente no sirvo para jefa, termino siendo amiga de todas y cada una de las chicas que me han ayudado, a veces mucho màs que ha limpiar...ahora tengo una señora en Bs as, y me vuelve loca, porque no habla, y limpia y limpiaaaaaaaa.

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  8. Muy buen post Ann. Tal cual. Hay gente que se olvida que una empleada es una persona y como tal merece respeto.

    Cuando era chica, en mi casa teniamos a Leonor. Ella vivia a pocas cuadras y venia todas las mañanas a limpiar. Era una persona super honesta y de buen corazon... eso si, tenia un caracter que mamma mia! Si ensuciabas demasiado o pasabas cuando estaba limpiando el piso, te cagaba a puteadas! jajaja
    Leonor, me vio crecer. Compartio las cosas buenas y malas que nos tocaron.
    Nunca pronuncie la palabra mucama, sirvienta o domestica (odio todos estos sustantivos)... para mi siempre fue la señora Leonor o simplemente "Leo". La volvi a ver despues de muchisimo tiempo y nos abrazamos casi lagrimeando de la emocion!

    Y te puedo decir, que despues de tener que hacer todas las tareas domesticas en mi propia casa... va todo mi respeto a las mujeres que van a limpiar, planchar y ordenar las casas ajenas! Porque yo... gracias que tengo pasable mi casa!!!

    Besos

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  9. Es una simple cuestión de respeto y de consideración al otro, pero hay gente que no lo conoce o que no se lo enseñaron. Muy buen post Ann!

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  10. Me encantó Ann. Todo lo que nunca pude /ni podré?) expresar.
    Como sabés yo también crecí y ahora me encuentro trabajando en el medio en que "la mucama" es ese ser despectivo e irrespetuoso, la mayoría de veces ladrón, que osa tocar las cosas de la Señora.
    Aún estoy lo suficientemente inhibida como para decir algo al respecto, pero lo tengo bien clarito.
    Bien por mamá y por papá también che! que nos enseñaron una de las lecciones más valiosas. Qué suerte tuvimos de tenerlos.

    Y ahora te dejo y me voy a abrazar a Jose que sin dudas es lo mejor del mundo.
    Lo único malo de este post es que me hizo poner triste pensar en cuando falte....

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  11. Ann, yo tengo a Vir que trabaja en casa desde hace once años, cuando yo tenía la panzota de mi primer embarazo. Es una tipa de ley, y la adoro y admiro. Pero he tenido algunas empleadas que me desesperan. Me vas a odiar por el post que puse en mi blog hace poco. Eso de tomar a la primera mina que aparece para trabajar, sin que me guste o siquiera parezca que tiene la experiencia o características que necesito, provoca al final una reacción de rechazo. Yo soy consciente de cuando no las soporto y me las saco de encima antes de tirarlas por la ventana. De todas maneras. hace doce años pensaba como vos (y tenía 28 años!). En doce años más nos encontramos en este mismo lugar a esta misma hora y me decís si no has tenido alguna empleada que odies... sólo dejá correr agua bajo el puente

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  12. Me encantó lo que escribiste, y es tan real..., que buenos valores heredaste de tu mamá...el respeto es para todos igual, y es hermoso encontrarse con gente tan buena que, no siendo parte de la familia, en cierto punto lo termina siendo. Me irrita sobremanera la gente que critica, se cree superior, y maltrata a personas que dejan su vida personal/familiar, por satifacer las necesidades de otras personas que no lo valoran y mayoritariamete pagan mínimos sueldos, por una labor tan ardua. El libro lo compraste acá?, porque me cuesta encontrarlo. Beso! y buen finde!

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  13. Chicas, gracias por todos los comentarios. Algunas cositas que me quedaron para acotar...

    Alicia y Clo, no sé bien por qué, pero saber que en su familia había mujeres que se dedicaron a esto, hace que ustedes me caigan todavía mejor!
    Lo de revisar el bolso lo he escuchado... Si a mí me jode soberanamente que me pidan ver mi cartera a la salida de algún negocio (en Pilar pasa!), ni me quiero imaginar algo así!

    Cecilia, qué groso lo que contás. Ojalá Reyna se pueda quedar con ustedes acá, con su familia, si ese es su deseo!

    Lila, a casa viene Etelvina una vez por semana, los miércoles, y yo no la veo porque ese día me voy a lo de mi mamá, porque no la quiero molestar con G dando vueltas! Ella está sola en mi casa toda la tarde... Y totalmente, como decís, para mí el martes es día de ordenar, para que ella pueda limpiar sin tanto lío!

    Mai, en lo de Betty (mi suegra), también trabaja una chica que se llama Leo... muero por saber si es la mismísima!

    Nikita, a ver, con esto digo lo mismo que con respecto a pegarle a los chicos. Hoy digo "nunca jamás", pero soy conciente de mi edad y que estoy recién empezando a andar este camino de la maternidad y la familia. De todas maneras, y de todo corazón, espero no tener que desdecirme nunca, porque son cosas de las que estoy profundamente convencida. Ojo, no te juzgo, cada persona tendrá su vida y sus historias, pero yo no puedo correrme de la mía. We'll have to agree to disagree, then!

    Analía, el libro está en Kel, mi hermana lo compró en el del Tortugas Open Mall, pero lo deben tener en todas las sucursales, seguro!

    Cande, obvio, GRACIAS A PAPÁ TAMBIÉN!!

    Beso a todas :)

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