Talking It Over: El encuentro blogger!

Si usted, querida lectora, la sigue a mi estimadísima Lila, ya habrá visto este post y sabrá un poco como vino la mano. Pero si no, o si se quedó con ganas de más, he aquí mi humilde aporte a la causa.

Antes de adentrarme en los detalles escabrosos, voy a confesar que quizás, por ahí, perhaps, en una de esas, yo no fui así como 100% responsable de todas las cosas que había en la cajita de Lila. Puedo, por ejemplo, tomar el crédito total por los posavasos, aunque aclarando que J me cortó con sus manos temblorosas una madera grande en 4 más chicas, "iguales". Pero yo le revolví el facebook a Lila buscando fotos, las imprimí, pinté la madera, decoupageé (?) las fotos, no me gustaron, les pinté el fondo con marcadores, no me convencieron, les hice garabatos en la parte de atrás, dije "Bueh, ya fue", los barnicé y se los di con culpa y vergüenza. Todo yo. También hice solita y sola las flores truchas que adornaban el cuaderno que forré truchamente. Y fui a comprar las golosinas. Y le mandé a un amigo la foto del cartel que inspiró el nombre del blog de Lila, y fui parte del proceso de estampado de la taza, como se ve en esta foto.

FIN DE LAS COSAS QUE HICE YO. Ejem, ejem, Lila, sacá cuentas. Si hay algo que te sobra, podés agradecer en los comentarios a mi amiga Memé.

No sabía si confesarlo o no, porque claramente rompí las reglas, pero ¡entiéndanme! ¿Cómo puedo 'competir', con dos manos izquierdas -siendo claramente diestra, se comprende- contra esto?:

¿Ustedes ven lo que yo veo? No, no las camisas de J y los zapatos de G tirados atrás, les hablo del talento, de la creatividad de esta muchacha!

Y eso no fue todo... Como sorpresa, este block de hojas, cada una son un sellito que establece claramente qué papel cumplo en esta familia, y atadas con ese moño y la lavanda... ehm sí, estoy casi segura que es lavanda, ¿no?

                                                                                                                                                                  

Amoroso, pero lo mejor fue el comienzo de la nota:

 "Me olvidé!" Esto demuestra que somos un match made in Heaven, tal para cual... Porque yo también me olvidé de que había que hacer algo escrito a mano! Bueno, supongo que las dos interpretamos que lo de escrito era para las que vivían lejos y tenían que mandar el paquete... ahí tenía mucho más sentido!

En la bolsa "Para G" venía este amigable monstruito, que en realidad era un regalo secreto para mí...

...porque, ¿qué mamá no aprovecha cualquier buena ocasión para hacer una mini sesión de fotos con un niño semi-coperativo?

En la última bolsita mágica de Lila, encontramos la respuesta a por qué es tan rendidor contar cada último detalle de tu vida y tu personalidad en un blog: porque si te tocan lectoras e intercambiadoras consideradas, te pasan estas cosas:

¡Nutella! ¡Skittles! Lila, sos GROSA! Quiero que tomemos un momento para pausar, reflexionar y aplaudirme por no haberlos abierto aún...

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CLAP CLAP CLAP a mí! Apúrense a aplaudir porque no creo que les quede demasiado tiempo en sus respectivos envases...

Bueno, como habrán visto, a mí me fue muchísimo mejor que a Lila en el intercambio! Pero no se asusten, no se preocupen, anótense a otros intercambios sin miedos, porque ya dije que, al menos por un tiempo, hasta que me jubile y tenga disponibilidad horaria para ir a clases de manualidades como hizo mi abuela, no me vuelvo a anotar... Ojo, a las reuniones blogger sí me anoto! Ustedes llamen, que yo voy! Pero ya volveré sobre esto.

Me queda mirar con el ceño fruncido pero una sonrisa y un gracias enorme a las tres genias divinas desubicadas que se ve que son más duchas en estas cuestiones sociales y saben que a estos encuentros se llevan regalos. Las odio. Mentira. Gracias!!

Y ahora sí... Les detallo:
A pesar del miedo inicial de Lila y mío de ser sólo 2, (bah, 3, porque Ale estaba confirmadísima), terminamos siendo 6! Yo sólo tengo relación fluída con Lila y leo el blog de Ale; a las otras 3 chicas (Gabi, Meli y María) no las conocía. Chan! Tremenda situación para un ser tan socialmente complicado como yo.

Pero no sé, les juro que hubo algo, algo, una conexión, una chispa, un empezar desde un terreno común, una causa compartida por todas, un código casi secreto, que hizo que en ningún momento me sintiera incómoda.

Como les dije a mis amigas de la vida real cuando les contaba, estoy segura que si alguien nos miraba de afuera, jamás se hubiera imaginado que era la primera vez que compartíamos una mesa. Éramos un grupo heterogéneo, sí, pero eso no se notó. Creo que de las 6, yo era la única inútil con las manos, pero no me discriminaron por eso.

Una cosa genial que pasó fue descubrir que Meli es de Pilar también, y que de hecho vive bastante cerca de mi casa. Loco, pequeño mundo, que hizo que fuera sola en el colectivo, pero volviera acompañada!

Otra cosa buenísima fue la elección del lugar, a cargo de Mrs Lila: no sólo que el bar (Pierina) era divino, la zona en que está ubicado nos mató! Por empezar, estaba pegado a un Reina Batata. Ok, listo, ya me encantó. Pero eso no era todo, y terminamos alternando entre mirar vidrieras, sufrir por precios inalcanzables, y hacer algunas compras para hijos y demases...

No sé si puedo o quiero contar mucho más... Sólo les quiero decir, a las que no se animan a formar parte de estas cosas, que si yo pude, LES JURO, puede cualquiera. No es como empezar de 0 con un desconocido. Aún cuando ni hayas leído el blog de la persona que de repente tenés sentada enfrente, o al costado, ya hay una base en común; hay excelente predisposición, porque nadie te obliga a estar ahí, y, al igual que en todos los blogs, hay ganas y necesidad de comunicarse.

Me encantó la experiencia. Quiero que se repita, cada vez que venga Lila a Buenos Aires, si es posible, hasta que se agote. Y que cada vez seamos más.

Y ya vayan dando por descontado que nunca contarán con manualidades hechas por mí, pero quizás, si estoy de buen humor, les pueda llegar a convidar un Skittle; 2 si es Navidad y Papá Noel no les trajo nada.