Y ahora... los regalos.

Para las que leen desde su ventanita de blog y aún no han descubierto la maravilla que es Google Reader, les cuento que más abajo encontrarán un post que escribí hace un ratito, explicando mi neurótica relación con la Navidad.

Aclarado esto, pasemos a la parte que más nos (me) convoca: los regalos.

Para empezar, les muestro la "sorpresa" que les hice a mis dos hermanas y a mi abuela, copiándome de Marina, de Sólo Para Mí, de lo que se ve en este post.

Después, usando un libro viejo que generosamente donó mi madre, les hice sus iniciales para adornar un poco el papel madera que usé para envolver absolutamente todos los regalos...

A J le tocó regalarle a mi mamá para el Amigo Invisible, y como ya le habíamos comprado algunas cosas a lo largo de diciembre, a mí se me ocurrió armarle un calendario 2012 con mis habilidades PowerPointísticas:

Para los meses, hice un trabajo de investigación en facebook para saber las fechas de cumpleaños y robarme fotos de los amigos y familiares de mi mamá. Entonces, en vez de escribir quién cumplía años, directamente puse las fotos correspondientes. Además, agregué feriados y fechas importantísimas del año (como el Día del Maestro!) y puse en el encabezado fotos de G con las personas que cumplen años en cada mes, o solo. Después, imprimí todo en la impresora color de mi madre, en hojas un poquito más gruesas que las comunes, y lo hice anillar en una librería. Quedó así:

A mi suegra no nos tocaba regalarle nada, pero como no me gustaba caer con las manos vacías cuando ella nos da tanto, tanto, siempre, hice un mini gestito al regalarle una foto de G y J -sus nenes- en la calesita, y preparándole un esmerado envoltorio:

Hay regalos que no da tirarse a hacer, por conocer poco al destinatario -o por conocerlo mucho!-, así que para los Amigos Invisibles de la familia de J, acudimos al shopping, pero traté de hacer al menos la tarjeta un poco más artesanal, usando un sacabocados de estrella (que, como verán después, usé muuuucho en estos días!), hojas de colores, una revista y una caja navideña.

                                    

A mí en mi casa me tocó hacerle el regalo a mi papá, pero los muy malditos del correo nunca me trajeron lo que encargué a la página Productos Creativos. Tengo el número de seguimiento del envío y demases, pero aún no logro darle a mi papá su regalo de Navidad! Ardo de furia. Para zafar, agarré una cajita que tenía en casa, la pinté de blanco, le decoupageé una foto de él con G en el frente, la llené de caramelos, y le metí el papel que imprimí de la página del correo que asegura que el paquete está en Pilar, aunque no llegue a casa. Tanto stress, que me olvidé de sacarle foto.

Justo se dio la casualidad de que a él le tocaba regalarme a mí, y para que vean que comparto el sentido del humor ácido y cruel de mi padre, vean lo que me regaló con una gran sonrisa orgullosa:

Harrrrrmoso, ¿no? Un almohadón de toalla, jussssto lo que quería para Navidad. No, cuando me lo dio no estaba en ese estado, roto y descosido, al menos estaba nuevito. ¿Si me agarró un ataque de furia, o se lo di al perro del vecino para que se desquitara del miedo de los fuegos artificiales? No exactamente, aunque probablemente eso es exactamente lo que hubiera hecho si no hubiese empezado a apretarlo frenéticamente hasta encontrar lo que buscaba: ¡había algo adentro!

Él juraba y perjuraba que no, que cómo iba a haber algo adentro del almohadón que con todo amor había elegido y comprado para su hija, pero yo lo sentía, todos lo sentíamos! Así que mamá y J pusieron manos a la obra, y, empuñando una tijera, y bajo la mirada de horror de mi papá que me decía "Ana! ¿Vas a permitir que rompan el regalo que te acabo de hacer?" le hicieron el tajo que ven en la foto.

Confieso que tuve un instante de pánico, de pensar "¿Y si no había nada? ¿Si realmente le hicimos mierda el almohadón que él consideraba constituía un regalo de Navidad aceptable?" Por suerte, fue solo un instante, porque enseguida sacaron esto:

La Guía DeDios de New York que yo quería, y que específicamente había pedido hacía un par de semanas en un almuerzo familiar! Yay! Viva mi papá, viva su prestada de atención, y sobre todo, vivan sus maldades y sus genialidades, que lo hacen único en el mundo!

Los otros regalos fueron un collar y un par de aros de mi mamá, que me encantaron, una camisola de parte de mi cuñado, que no sé si me quedaré o cambiaré, porque me gusta pero me parece que me queda mal, y un reloj de parte de J, sobre el cual prefiero hablar el un post aparte.

Ahora, si me sigue la cámara, pasamos al odioso tema de qué le regalé yo a mis pobre, pobres, talentosas amigas, que ya habrán empezado a pensar maneras de sacarme del grupo antes de llegar a la Navidad 2012, para no tener que seguir haciendo cara de "Ay, mirá, qué lindo..........", así, con millones de puntos suspensivos.

A Memé le regalé esto:

Son frascos de yoghurt Dahi, que viene en envase de vidrio, forrados con lanas de colores, pegados con la pistolita. Fin. Había visto que ella había pinneado algo así, pero mil veces más pro. Y bueh, hice lo que pude...

A Toi, esto:

Un ¿cuadro? que armé con esa especie de marquito que ven, que andaba estorbando por mi casa hasta que lo agarré, lo pinté de blanco, le pegué esos círculos recortados de una revista, y le agregué unos botones. Utilidad: ninguna. 

A Mainu:

Rosca para colgar y tener a la vista saquitos de té de varios sabores. Utilidad tiene, pero le pareció demasiado grande. Le pedí que me lo devolviera, y a cambio le compro una remera, no sé.

A la pobre Meli:

Un patético intento de hacerme la artista y armar un cuadro pop art. Patético, dije. Sí, artista también dije, ja.

Primero los envolví así,

Después intenté ponerle más onda, copiándome ideas de Pepa, Pinterest, y mezclando un poco:

Y ahora miren, las forras estas, las cosas que son capaces de hacer sólo para refregarme en la cara lo inútil que soy comparada a ellas.

Meli hizo relojes para todas:

Memé me hizo este alfiletero, que yo pensé que era un hombre descabezado al que le haríamod voodoo, pero no, era un cactus...

...y este banderín, lo más de lo más, la genialidad más absoluta:

Me indigné un poco al descubrir que la yegua puede hacer estas cosas Y NUNCA ANTES LAS HABÍA HECHO, pero ya la perdoné.

Toi nos sorprendió a todas por sus ocultas habilidades con el decoupage y las bolitas de fieltro:

(Colgante para la puerta o ventana o whatever, llavero, aros y la cajita)

Y Mainu explotó un talento previamente adquirido y perfeccionado: el de pintar cerámica. En mi caso, salero y pimentero.

Uffff! Esas fueron muchas fotos, muchos regalos, muchos paquetes!

Me retiro hasta nuevo aviso. Peace Out!