Cuando llegás al punto en que te sentás y escribís PROS y CONTRAS

El otro día tuve que hacer un psicotécnico.

No, esperen, si no empiezo por el principio esto no se va a entender nada.

Además del 5to grado que les conté el otro día, ahora tomé un 2do grado, de 19 nenas, en un colegio con horarios más cortos y en general más relajado, porque no es estrictamente bilingüe. Medio que fue una decisión tomada de apuro: a las 2 de la tarde ni pensaba en trabajar doble turno, para las 4 ya tenía el puesto. Por un lado, creo que es la única forma de hacer estas cosas. Por otro lado, me siento más perdida que nunca.

El otro día tuve que hacer un psicotécnico. Ahora hay más contexto: lo tuve que hacer para el 2do colegio. Y a pesar de que me lo hizo una amiga mía, psicóloga ella, y nos reímos, charlamos y tomamos mate mientras lo hacíamos, lo tuve que hacer posta. Onda, contestar formularios-tests y todo. El primero que me dio consistía en completar frases sobre uno mismo. Una de ellas era "Lo que más me gusta de mí es..." Yo agregué "mi seguridad". Y a pesar de que empecé a sospechar que esa no era la respuesta más atinada cuando vi que la siguiente era "Lo que menos me gusta de mí es..." y yo quise completar con "mi inseguridad", la dejé. Porque me pareció que daba una buena imagen, profesional y eso.

Pues bien, queridas amigas, quiero usar este blog para decir que esa respuesta fue BULLSHIT. Yo no sé si nunca tuve seguridad en nada o la fui perdiendo con los años -me inclino por la 1era- pero lo cierto es que me ocupé con tanto esmero de crear una coraza externa que indicara sin lugar a duda que cuento con una confianza excepcional, que me la creí hasta yo. Hasta ahora.

Resulta que con esto de trabajar doble turno, hay que pensar adónde y con quién se va a quedar Genaro entre las 12:50, hora en que me voy yo, y las 15:00, horario en vuelve Javi. Hay algunas opciones, unas más posibles que otras. A saber:
OPCIÓN 1: Se queda en lo de mi mamá, con la señora que trabaja ahí hace siglos.
Pros: La comodidad del no-traslado, la relación afectiva que ya existe entre ellos.
Contras: La señora tiene 70 años, suele enfermarse y tarda varias semanas en volver a trabajar (y yo no puedo faltar tanto tiempo a mi trabajo!)

OPCIÓN 2: Contratar a alguna chica que tenga ganas de venir a jugar con él, 2 hs por día.
Pros: habría más gente a cargo, no sentiría que estoy molestando o sobreexigiendo a nadie, seguiría la ventaja del no-traslado porque sería en la casa de mi mamá.
Contras: principalmente, no tenemos a nadie disponible. Además, G se estaría quedando con alguien que no conoce/conocemos -aunque en un ámbito conocido-. Me da miedo que de repente pase algo, no pueda venir más, y quedarnos en banda.

OPCIÓN 3: Jardín maternal
Pros: Me encanta la idea de que socialice, juegue con otros chicos, aprenda pautas que en casa no podemos enseñarle.
Contras: el único jardín al que le tengo plena confianza queda bastante a trasmano, y sale bastante más de lo que creía. ($1100, por si necesitan referencias).

Conclusión: todos estos pros y contras se me están mezclando en la cabeza y yo no sé ni qué creo. Descubro que soy extremadamente veleta y suelo ir con la corriente que me quede más cómoda. Mi mamá dice que el jardín es muy caro, out jardín. Javi dice que a él le encantaría que fuera ahí, hola jardín. Después dice que en realidad, Geno duerme gran parte de la tarde, chau jardín. Papá dice que puede llegar a conocer a alguien que venga, hola alguien. Me recuerdo a mí misma diciendo que "es mejor que esté en el jardín jugando y aprendiendo que en casa mirando la tele", chau alguien.

Y así. Me doy cuenta, con horror, que no sé qué creo, qué quiero, qué me convence. Quizás no debería haber tomado el 2do cole, pero la verdad que necesitamos la plata. Bah, *necesitamos*. Nos viene muy bien, podríamos seguir viviendo sin eso pero con algunas complicaciones...

No sé, chicas, no sé. Nunca me sentí más primeriza, no sólo en la maternidad sino en la vida. No sé para qué lado salir corriendo. Encima, por esas cosas que tiene la vida que se empeña a veces en enfrentarte con vos misma, de repente estoy sola en casa. No sé si llamar amigas para seguir sumando voces a mi encrucijada, no sé atrás de quién esconderme.

O sea, obvio, que la persona que más peso tiene en esto -más allá de Geno, pobrecito- es Javi. Obvio. Pero lo que me jode es no tener una opinión propia, formada e inamovible, sobre qué es lo mejor para mi propio hijo. Me estoy volviendo loca, les juro. Si no tuviera tantos trabajos les diría que quizás es hora de retomar la terapia.

Ya les voy a contar qué pasó con todo esto, porque la real realidad es que de acá a la semana que viene se tendría que definir...

Si tienen algo que decir, ya saben... todas las opiniones son bienvenidad... aunque después no sepa qué hacer con ellas!