Necesito escribir esto ahora, porque cuanto más tiempo deje pasar, más lejos voy a estar de lo que me está pasando. Es en momentos como este donde me encantaría tener dotes de escritora; poder poner en palabras, sin esfuerzo, toda esta maraña de cosas que se me generaron, desenroscar los sentimientos y poder mostrárselos a ustedes sin vueltas, sin complicaciones, con la menor controversia posible. Pero no tengo esas dotes, entonces haré lo que pueda.
Acabo de volver del cine. Fuimos a ver Elefante Blanco, la película de Trapero, sin tener la menor idea de qué se trataba. Bueno, si están en la misma que yo, les cuento. Es la historia de un grupo de "curas villeros", -sacerdotes que trabajan en la villa-, una asistente social, y toda su circunstancia. No les puedo decir si la película me gustó, porque no creo que pueda 'gustarle' a nadie, y tampoco es correcto decir que me disgustó. La película, como la realidad, es. Y eso es lo que me tiene ahogada de angustia.
A ver, cómo abarco esto. En un momento le dije a Javi que era "peor que una de terror", porque lo que la hace terrible, claro, es saber que esto pasa, que es la realidad cotidiana de muchísima gente. Cada escena me remitía, por un lado, a la burbuja en la que vivo, a mi auto, mis trabajos, mi hijo, mi casa que es una casa de verdad, mis infinitas comodidades, la suerte que tengo de tener los problemas que me tocan. Por otro lado, cada minuto de película era un recordatorio de lo que también podría pasar, de lo que les está pasando a otros, de cómo son las cosas en esa galaxia paralela que queda a 30 minutos de mi casa.
Yo no uso, ni tolero demasiado, expresiones como "negros villeros". Creo que la vida es bastante azarosa y fue esa lotería la que hizo que yo naciera en la familia en que nací, ni pobre ni rica, pero con valores súper fuertes y extremadamente orientada a la educación, en todo sentido. Pero esto no es mérito mío, y estoy convencida de que, de haber nacido en una casilla, hoy yo no estaría acá, ni a mil kilómetros luz de donde estoy parada.
Porque verán, yo no soy una luchadora. Yo acepto lo que me viene y me encargo de agradecer a la vida por todo lo bueno que me ha sido dado, y cuando mucho doy lo mejor de mí para mantenerlo. Pero no tengo ambición, no tengo ansias de superarme, y, sobre todo, no tengo voluntad. Si hubiese nacido en la villa, allí me hubiese quedado. Entonces, ¿es realmente culpa de estos chicos actuar como actúan, pensar como piensan, manejarse con los códigos con que se manejan? Sí, es verdad, está en cada uno. Pero ¿cuánta gente tiene la posibilidad real, afectiva, emocional, física, económica de salir de una situación de villa, especialmente cuando eso es todo lo que conocen? ¿Cuánta gente está cómoda ahí, cuando no sabe que podría estar mejor? ¿Cuántos de todos ellos podrían, realmente, estar mejor?
Lo que me jode es conocerme, y saber que todas estas reflexiones de ninguna manera van a hacer que mañana me acerque a una capilla, a Cáritas o a donde sea, y ofrezca mi tiempo y mi servicio para ayudar a estas personas. No lo voy a hacer, porque no está en mí. Y aunque, les repito, no insulto ni degrado a nadie sólo por dónde vive, tampoco vayan a creer que me causan simpatía per se. Como dije antes, creo que miedo es la primera palabra que se me viene a la mente cuando pienso en una villa.
Sé que esta sensación fea en el cuerpo se me va a pasar en unas horas o unos días, y me jode saber que lo que me queda para el resto de mi vida es muy claro. Voy a intentar por todos los medios no estar nunca, jamás, cerca de esa situación, voy a hacer lo imposible por que Genaro sólo sepa qué es el paco por haberlo escuchado en estas películas, y voy a rogar todos los días a quien sea, que hoy no sea finalmente el día en que nos crucemos en el camino de alguien tan fuera de sí, que fuera capaz de matarnos para sacarnos algo material.
Eso me jodió, el poco respeto a la vida humana. No sólo por las muertes que se muestran, sino el poco respeto a la vida propia, con tantos chicos drogándose por no tener algo mejor que hacer.
Les juro que me voy a dormir con angustia, miedo, desolación. Porque eso, creo, es lo peor de la película -y, de nuevo, de la realidad-: no deja ni una luz, ni un atisbo de esperanza de que esto puede, tiene que, va a cambiar. Te muestra las cosas como son, y ya. Y me encantaría, les juro que me encantaría creer lo contrario, pero en mi corazón sé que esto no tiene vuelta atrás. Que no sobreviviría ni 10 minutos afuera de la burbuja, que deseo fervientemente seguir con mis problemas mínimos, taparme los ojos y los oídos, cantar bien fuerte "lalalala" y dejar que esto pase. Que no nos pase nada, que esto no nos toque, o que cuando lo haga, no sea tan duro. Y les aseguro que esta postura es una reverenda chotada.
Gracias por leerme.
Wow, me shockeó.
ResponderEliminarSi bien me considero luchadora, tb me pasa lo mismo q a vos: no voy a destinar mi tiempo a ayudar. No me nació en el colegio cuando hacían beneficencia y era todo muy cuidado ni ahora. Me pone un poco mal pero tb me genera algo q no sé q es.
Justo hoy, hace unas horas, una nenita q iba a pedir "una colaboración" en el subte se me acercó a hablar mientras lo esperábamos y.. lo único q sentí fue miedo. Terrible. Miedo de que me robe, de que me lastime, de q me pueda pasar a mí o alguien cercano. Me siento mal pensando eso pero..es la realidad.
BEso!
Me dejas pensando... Es la realidad que nos atraviesa... y es fuerte...tan fuerte!!!
ResponderEliminarMe voy a dormir...pero me voy pensando... son muchas cosas que se entrelazan...
Un abrazo... y no te pongas mal, mucha gente ni siquiera piensa en todo esto y vos sí... tu postura ya no es la misma...
Beso
Ann, varias cosas:
ResponderEliminar1. Sí sos una escritora. Tu palabras son clara y expresan totalmente tus sentimientos.
2. Sí sos una luchadora. Tú hijo, tu marido, tu casa, tu trabajo, tu familia, tu profesión, son tu lucha cotidiana, lo que defendés con todo lo que sos. Y sí, vas ganando.
3. Trabajo con muchos chicos en situación de villa, chicos que viven en medio de esa violencia. A veces me pregunta qué puta hago enseñándoles verbos irregulares a chicos que la noche anterior estuvieron en medio de un tiroteo o durmieron mal entre otras 15 personas que viven en la misma casilla. Pero, como vos, apuesto a la educación, a enseñar y a aprender porque creo con toda mi alma que es la única arma posible contra tanta violencia.
4. Muchas veces me pregunta qué decimos cuando le decimos a alguien en situación de villa que puede salur de ahí, que hay un mundo mejor. ¿Mejor para quién? ¿Por qué tiene que dejar su lugar? ¿Las no villas están libres de qué? ¿Tiene que salir de ahí, venir acá y quejarse de los negros villeros? Son cosas que me pregunto siempre y no sé si tienen respuestas. Trato desde mi lugar de profe de mostrar que lo sano no es irse sino transformar, hacer de su lugar un lugar mejor según lo que cada uno considere mejor.
5. Te quiero Ann, que me hacés pensar.
Fer, leo esto y pienso en el debate del sueldo docente y tendrías que tener el mejor sueldo del mundo porque no les enseñás los verbos irregulares, les enseñás a ver la vida de otra manera, gracias!
Eliminar:-/
ResponderEliminarno sé qué decir, yo no soy luchadora tampoco, pero la gente del cantegril, o la villa como dicen ustedes, no me da miedo porque crecí en un barrio pobre y cuando yo iba a la escuela todavía iban gurises del cante conmigo, gurises del conventillo eran mis amigos, y también otros con padres profesionales -como yo-, comerciantes o importadores de motos que habían hecho MUCHA plata. No me da miedo la gente pobre en general, me dan miedo los malandras, pero tampoco me dan ese miedo que te da a vos, creo. A mí me rapiñaron y me pusieron un revólver en la cabeza para robarme la cámara, y tironeé hasta que me di cuenta de que en una de esas aunque a mí me parecía imposible porque no iba a morir así, tuve que soltarla para que el flaco se fuera a canjearla por pasta base -nombre uruguayo del paco. Y no tuve miedo, pero sí una resignación y una tristeza enorme porque el mundo sea tan consumista y violento, las dos cosas juntas hacen un combo terrible en el que nosotros, la clase media (media baja en mi caso, supongo yo) queda apretadita en en sánguche, nos roban los de abajo porque no nos da para costear ni alarma, ni auto, ni taxi todos los días, ni cerca eléctrica, y nos recontra afanan los de arriba, nos ponen como carne de cañón y como válvula de escape, somos nosotros los que amortiguamos la violencia y la mierda de toda la sociedad, la enfermedad que la oligarquía se generó y le generó a la sociedad toda que está regida por el dinero, por la capacidad de consumo, por las ansias de tener cosas. A mí me duele que un tipo venga a sacarme una cámara de fotos con un revólver, pero no tanto como ver a un flaco que viene a putearme y a decirme cheta -a mí, que toda mi educación fue pública, que gano poco más que el salario mínimo, que no tengo ropa de marca, ni auto, ni iPhone, ni más de dos pares de championes- para asustarme y capaz que ni robarme nada. Me duele el resentimiento de esos pibes que sólo mamaron violencia, que los padres los quemaban con cigarrillos, que nunca tuvieron una cama para ellos o un baño o comida. ¿Qué valores les estamos pidiendo que tengan? Si nosotros, con educación y amor, cuando estamos bajoneadas nos queremos comprar un par de botas o un vestido nuevo, imaginate qué más puede sentir como escape un pibe que nunca tuvo NADA si no es un par de championes nike o una campera o el status de haber matado a un tipo?. Es muy triste.
Yo una vez fui con extensión universitaria (es una de las actividades que hace la Universidad de la República, ir y volcar algo a la sociedad, ponele) a un asentamiento cerca de mi casa. Íbamos a armar una biblioteca comunitaria, y el segundo día jugamos con los niños para conocerlos. NO SABES LO QUE FUE. No pude volver. Me consumió toda la energía en dos horas, casi me muero. La falta de amor de esos gurises es algo que no puedo explicar con palabras. Se me tiraban arriba, cuando me querían hacer coquillas me lastimaban, no sabían hacerte un mimo, todo era violento, pero en la mejor, no me estaban pegando, pero no había matiz, no había dulzura alguna en su dulzura, no podían manejarse con delicadeza, era todo a lo bruto, y todo el tiempo tenía a dos nenes colgados, mínimo, y no estoy exagerando. Fue muy fuerte, un niño me regaló dos bolitas y creo que quizá era lo único que tenía... No pude volver, no estoy hecha para eso, pero aún así, viviendo en mi pseudo burbuja, no dejo de pensar en esto y de discutirlo y de ponerlo en el tapete cuando la situación se da.
Es un tema muy muy difícil pero nos involucra a todos, porque esa gente es parte de la misma sociedad enferma de la que somos parte nosotros. No voy a decir que también es nuestra culpa porque creo que esa es una jugada de la gente con poder -económico, político, el que quieras- para seguir aplastándonos en el sánguche y llevándosela de arriba, como si ellos de verdad vivieran en una burbuja y no tuvieran nada que ver con lo que le pasa al resto de la gente. La culpa es de los poderosos pero la enfermedad la padecemos todos, y la cura la vamos a tener que encontrar las víctimas.
Abrazo.
pd: y creo como fer que es la educación
ResponderEliminarque futuro tiene alguien que nacio fuera del sistema? que su padre y seguramente su abuelo tambien nacieron fuera del sistema...fuman paco, porque ese es todo su momento, no creo que piensen en el futuro, no tienen sueños,como vos o yo porque solo tienen presente.Pueden matar, con la impunidad muchas veces de estar condenados a muerte antes de nacer.
ResponderEliminarnunca lo vammos a entender, porque simplemente vos pensas, que comeremos hoy?
y ellos no saben siquiera si van a comer...entonces todo se reduce a la mediates siempre me pregunto si yo, imposibilitada socialmente de todo,veo a otro que le sobra todo, aunque sea eso una zapatilla que costo un huevo pagar? tendria yo,la grandeza de pensar, èl estudia ,trabaja...no sè, no creo.
como decis vos nos tocaron otros zapatos...no nos queda mas que ayudar en lo que se pueda y tratar en lo posible de no ponerlos en la vereda de enfrente.ser villero, no necesariamente es sinonimo de asesino.
QUerida Ann, te entiendo y comprendo cada palabra. La realidad es lo más cruel que tenemos en estos dias e igual que vos, con muchisimo miedo, pienso que esto no va a cambiar al menos en muchos años. Temo por mi hijo, quiero que sepa que existe todo, pero jamás lo tenga al lado y si lo tiene, que tenga la cabeza, eduación, formación o como se llame de decir NO. Yo tambien me quedo con la sensación de angustia y temor cuando veo esos programas de america de peleas en la calle, camaras de seguridad y no lo quiero ver porque me hace mal, sin embargo lo veo y me acuesto destruida y pensando en que a mi hijo no le pase nada de eso.
ResponderEliminarTambien creo que desgraciadamente la gente que nace y vive en lugares con poquiiisimos recuersos, lo que mas le sobra es la ignorancia y eso te lleva a todo lo demas, a no saber que hay algo mejor, a no saber que podes estudiar, a no saber que podes progresar, a no saber tantas cosas! esa es una de las peores enemigas que tiene la ignorancia, nadie les enseña nada, salvo que tengan la suerte de encontrarse con gente que les de una mano y ellos la puedan valorar.
te mando un abrazo linda!
Tu entrada de hoy me conmovió Ann y mientras pensaba como escribir la respuesta, leí la de Fer y creo que ella lo dijo casi todo por mí. Solo me resta mandarte un abrazo grande hoy...
ResponderEliminarBuoooo sabés que sin ver la peli discutimos todo ésto el fin de semana con mis papás??? dicen que las madres de la villa estaban contentas porque los chicos, al tener algo como la peli que hacer, no se drogaban y no robaban...es terrible!
ResponderEliminarEs terrible el que sólo sepan de esa realidad...y es terrible que haya gente que recurra a negros villeros apuntando con el dedo desde su burbuja...yo siempre digo que he conocido mucho chorro de guantes blancos por tener contacto con los country y esos me dan más bronca! porque tienen educación, porque no nos matan a lo desquisiado de droga pero sí de a poco sacándole todo al país...
En fin...largo y triste tema para debatir...ánimos! y fuerzas para educar a ese niño en ésta dura sociedad!
Besot!
A mi me parece que esas pelis están buenas para que uno salga de su burbuja y vea que atrás de un paredón existen villas,que atrás de puerto madero hay gente pobre.
ResponderEliminarQue no todos son negros villeros,ni todos son gente mala,hay de todo,como en todos lados,como gente rubia de ojos claros que es abogada,medico,escribano,profesor y puede ser un hijo de puta y un codito.Hay de todo.
La gente que vive en la villa,estoy mas que segura que le gustaría tener una vida digna,una casa digna,que sus hijos no se metan por el camino de la droga y estudien.
Pero la vida,la política el no pensar en el otro...los llevo ahí.
Hay que salir a veces de la burbuja e interesarse un poco por el otro,ellos son los que nos necesitan mas,por ejemplo mi novio que es arquitecto se unió con un grupo de gente de la facultad de arquitectura y van a una villa,hablan con la gente que son muy buena onda,para armar una escuelita cultural,que los chicos vayan aprender dibujo,pintura, algún instrumento,enseñarles cosas nuevas,con una rica merienda y eso es lo que hace que el país crezca,que gente como nosotros se preocupe mas por el otro ayudándolo con algo mínimo,pero que enriquezca a la persona.
un beso
ayez
Ann, me encanta tu sinceridad. Todos esos pensamientos y miedos me parecen perfectamente humanos. Llegamos a un punto en que es tan difícil saber qué carajo se puede hacer para mejorar las cosas, en que la violencia es tanta que el miedo nos paraliza, y es lógico querer hacer oídos sordos y tratar de sobre-vivir una vida lo más normal posible.
ResponderEliminarNo puedo aportar muchas esperanzas porque yo estoy en una etapa de profunda decepción con este país. No me banco más las cosas que pasan. Pero a diferencia de vos, creo que no seria taaan difícil mejorar la situación de la gente en las villas, pero tiene que haber voluntad política para eso. Y no hay! Es lo que tenemos, es lo que el 60% de mis compatriotas vota una y otra vez, qué le voy a hacer? Si el país no quiere que las cosas cambien, no van a cambiar.
An querida.
ResponderEliminarNo puedo dejar de decirte y no por decir cosas lindas... que ya que te sientes a escribir y a reflexionar sobre el tema es un tema en si mismo.
Muchos de nosotros nos refugiamos en nuestra comodidad sabiendo que esto pasa. No hace falta salir a ser voluntarios, se puede ayudar de muchisimas maneras y estar involucrada en la educacion, como dice Fer, es un GRAN aporte.
Yo labure con chicos de la villa, chicos abusados, chicos que estan en la calle y la familia? bien, gracias ni se enteran.
A mi tambien me da miedo, pero trato de atravesarlo, sobretodo cuando son niños.
Creo que el mundo puede cambiar, es necesario y te lo dice una persona que se angustia tremendamente por estos temas. Tanto que lo siento en el cuerpo.
Cuando veo una madre adolescente con un bebe mugriento, con un pañal que vaya a saber cuanto hace que no se lo cambia y sabiendo lo dificil que es adoptar en este pais... y puedo seguir horas y horas...
A lo que apunto es que ayudemos desde donde podamos. No para calmar nuestro miedo, sino porque un aporte por mas chiquito que sea, SUMA.
Y sobre todo pensar BIEN a quien votamos. muy bien.
porque ellos tristemente tienen la sarten por el mango. O se apuesta a una educacion real y sostenida o seguimos con la boludez de los planes donde la cultura del esfuerzo y el trabajo pasan de largo... "total...."
Espero se entienda mi idea.
un gran beso hermosa.
Hola Ann, creo que lo que sentís es perfectamente normal, pero no creas que las villas son tan así, no vi la pelicula pero por lo que contás creo que se da una imagen parcial de lo que es, hay mucha gente que vive ahí por que no le queda otra, que son super laburantes, también hay matufias (no se si existe esa palabra :P) como en todos lados, y muchas veces no resuelven sus diferencias puteando al vecino, como sería no más normal del mundo, también hay otras villas que son un desastre (tipo 1-11-14) y se que esas cosas pasan, esa falta de valor a la vida humana tanto ajena como propia, que salen a robar y mejor que tengas algo en la billetera, pero pienso que debe ser muy difícil criarse entre maltratos, falta de las cosas básicas para vivir y sobre todo sin un buen ejemplo....
ResponderEliminarCreo que hay algunos que no están tan arruinados como para reirse, burlarse de un buen ejemplo y solo necesitan alguien que se los dé, una oportunidad...
yo.. creo que tal vez se pueda hacer algo.
Besos
Los dotes de escritora los tenés, de eso no hay duda.. Desde que te leo me di cuenta de eso!
ResponderEliminarQue fuerte lo que contás de la película.. Y si, tristes situaciones las que se viven en tantos lugares del pais. Tan lejos y tan cerca. La verdad es que es una suerte el poder estar viviendo en otra realidad (que como vos decis es un poco producto del azar, porque nacimos en una familia que estaba mejor, que pudo brindar otras oportunidades) pero tampoco hay que olvidarse de esa otra realidad que también existe. Un poquito lo que decian de salir de la burbuja, mas no sea para valorar lo que uno tiene, y si se puede dar una mano mejor.
Por lo que contas me parece no voy a ver la pelicula, para amarga ya está la vida..
beso
Me gustó leerlas a todas y encontrar un poco de mí en cada una. Sólo quiero agregar dos cosas:
ResponderEliminarhay que bancarse escribir esas palabras! no cualquiera lo hace
y que no se porque pensás que no sos una luchadora, que para vos la superación no sea económica, que tus ansias pasen por otros lados no significa que no crezcas cada día
Te quiero amiga
No vi la película pero sí de que trata. Estoy con Fer en todo lo que dice.
ResponderEliminarCreo que no importa la clase social, hay gente de mierda en todos lados, no sólo roban y matan los que viven en villas, también matan y roban los que viven en country, "supuestamente felices" y sin ningún conflicto económico, ej. belsunce, dalmaso, la madre que mató al nene...y ni hablar del gobierno.
Quizas viviendo en una villa no hay muchas opciones, quizás algunos piensen que no tienen nada que perder, porque nadie los valora, pero creo que también hay personas de buen corazón; no sirve poner etiquetas, que por vivir en una villa todos fuman paco y roban, no creo que todo sea así. Como en la vida misma, no todos somos iguales, también los ricos se falopean, roban, engañan y te cagan...
Cada uno desde nuestro lugar podemos hacer algo, y no hace falta que vayas a ayudar a algún comedor; quizás cuando hagas limpieza de ropa, zapatos o juguetes lo lleves al comedor, y sólo es ir hasta la puerta y entregar la bolsa, pero con eso ya estás ayudando...
Te mando un abrazo grande!!!!
Valoro tu autocrítica y la comparto.
ResponderEliminarTambién creo que la única salida es la educación, aunque me parece poco posible porque tenemos una educación de cuarta y a los maestros maltratados por las mismas instituciones gubernamentales.
A mi criterio, el panorama es desalentador.
Hola Ann,
ResponderEliminarHace mucho que leo tu blog, este post me tocó mucho, asi que ahi te va mi primer comentario en tu espacio. Al igual que tú soy educadora y tengo superdesarrollada la sensibilidad. Apesta tenerla, sobretodo cuando hay tantas injusticias, tantos futuros trucados, tanto tanto mal que hacen las drogas, la violencia, la falta de educación, etc, etc. No solo pasa en nuestros paises, aquí en Gringolandia, nada más a 5 minutos de mi casa, pululan los mismos males del tercer mundo. Ciertamente apesta, porque debo aceptar que me duele y me duele aún más la impotencia de no poder hacer mucho más de lo que puedo con estas dos manos.
Pero debe ser por eso, que somos educadoras, que desde nuestra labor tocamos las vidas de muchos otros para bien y los llenamos de motivos para ser exitosos, para triunfar. Puede que tu no hagas labores de caridad, pero creéme que cada dia, cuando les muestras a todos tus chicos lo valioso de su educación, haces tu parte.
Considero que aunque vivamos en nuestra burbuja, es bueno salir de ella algunas veces y enseñar a nuestros niños lo afortunados que son y cómo servir a otros desinteresadamente con cosas simples: siempre se puede donar ropa en buen estado, alimentos no perecederos, libros y demás a organizaciones que trabajan en buenas causas. Conoci una familia que ahorraba las monedas durante el año y para las fiestas donaban el dinero a una causa en su comunidad. Cosas así. Cambiar la sociedad maltrecha que tenemos no se hace de la noche a al mañana pero como dice un periodista muy famoso en mi pais: ¨Es la revolución de las cosas pequeñas¨. Cheers!
Hola Ann, a esta altura no hay mucho para decir. Porque acuerdo en mucho de lo que ya dijeron.
ResponderEliminarLo único que puedo agregar es que podemos tener miedo, pero no debemos dejar que ese miedo nos aleje cada vez más de esos otros que justamente lo que necesitan es una mano.
Y no hablo sólo de caridad, o de ser voluntario. Desde tu lugar podés educar (y qué función!) futuros adultos que entiendan que no todos nacemos con las mismas posibilidades, y que eso nos marca a fuego, y que por más voluntad que tenga alguien si nace en la miseria más absoluta (de todo tipo, no sólo material) no hay esfuerzo personal que valga, como nos quieren hacer creer. El mito del self made man es eso, un mito.
Podés educar niños que no se crean eso de que "este no quiere laburar y por eso roba", que "vive así porque quiere", que los de la villa son todos ladrones, malos, etc. y tantas otras cosas que siguen dando vueltas en nuestras sociedades, y nuestras familias, y que muchas veces sigue pasando de grandes a chicos. Podemos empezar por desterrar la noción de "negro de mierda".
Y por lo menos empezar a preguntarse. Como hacés vos con tu post. Y aunque tengamos miedo, porque la realidad está ahí, que tampoco nos lo infundan. Alguien hablaba de los programas de américa. Odio ese canal, porque es una constante repetición de violencias de todo tipo, de morbo, y para qué? Sirve para algo? No hace que cada día roguemos que nuestra burbuja se haga más y más ancha para que esos otros que nos aterran no puedan pasar? Esa burbuja que del lado de afuera sólo se ve como injusticia y desigualdad.
El miedo hace que todo siga tal cual está, o empeore. Y lo que necesitamos es un cambio.
Bueh, dije que no iba a decir mucho más y me escribí todo.
Besos Ann. Y gracias por compartir esto.
Aplaudo tu sinceridad y tu capacidad para lograr que nos veamos reflejadas en tus palabras (eso no es ser escritora?).
ResponderEliminarComo siempre, tus post movilizan. Beso!
te dejé premio, creo que ya te lo ganaste antes pero no importa ;)
ResponderEliminarte leí hasta el final, leí cada uno de los comentarios antes de comentar.
ResponderEliminarYo no creo que no seas una luchadura, todo lo que tenés es porque trabajaste para eso, no te parece?
A mí el país me tienen bastante decepcionada, y tengo 23 recién.
Creo que todo lo que se ve en esa peli, por lo que vos contas, porque no la ví es el producto de años de distintos gobiernos que tuvo el país.
A mí me robaron hace re poco, y pensar que tenía que agradecer que no me habían hecho nada! hay violencia por todos lados.
Creo que en estás cuestiones sociales pasa lo mimo que con el cuidado del medio. Todo lo que podamos hacer suma.Todo. Realmente no podemos organizarnos como bloggers, como comunicadoras que somos para ayudar? Realmente vamos a ver las cosas y mirar hacia otro lado, solo porque no es una realidad que nos toca?
Es un tema que da para mucho.
Y... qué sé yo... todos los comentarios son válidos y tienen mucho de cierto. Vos sabés que yo sólo pienso en niños, y mientras leía todo esto me acordé de un texto que me movilizó mucho hace poco. Si vale como comentario te lo dejo.Lo que te provocó la película, se llama dolor, ni más ni menos. Te quiero mi vida
ResponderEliminarYo me acerqué a la ventanilla de su auto y le dije: señor cómpreme cinco por dos pesos,
cinco, lapiceras, todas escriben señor.
Y usted me miró como si me tuviera miedo.
Me dijo: no nena, no.
Y empezó a subir el vidrio.
Yo insistí, suplicante, porque seguro que usted tiene una hija o un hijo, señor, y las
personas que tienen hijos se compadecen de mí y me compran.
Pero usted siguió subiendo el vidrio y no me miró a los ojos ni una vez.
Dejó volando su mirada por el aire sin tocarme con ella, la dejó volar por los demás
coches detenidos, igualito que si yo no estuviera.
Y ni mi voz le llegó, señor, eso que yo le grité:
¡Por favor, por favor!
Estaba por cambiar la luz del semáforo y me agarró como una desesperación.
¿Por qué no me miró los ojos, señor?
¿Por qué atrapó los capuchones de mis lapiceras con el vidrio y si no las retiro rápido los
rompe?
¿Por qué me tuvo miedo, señor?
Si yo tengo solamente diez años y las suelas de los zapatos agujereadas, y no tenía un
arma en la mano sino un puñado de lapiceras con tinta azul, y no quería robarle nada ni
sacarle nada de lo muchísimo que usted tiene, sino, sencillamente venderle baratísimas
esas lapiceras que son de veras, y escriben, y en los negocios se las cobran cinco veces
más caras y no se las alcanzan hasta su auto.
Usted, tan grande, tan sin hambre, tan fuerte, con corbata y saco, usted, tan elegante,
canoso, me tuvo miedo a mi señor.
A mi tan chiquita, tan muerta de frío en invierno, tan cansada como me sentía a las diez
de la noche arriesgándome entre los coches para vender mis lapiceras…
¿Qué fue lo que no quiso ver en mis ojos?
¿Qué fue lo que le dio tanto miedo de mí?
El hambre, señor, no es contagioso.
Duele, hace ruido en la barriga, desespera… pero no se le puede contagiar a otra barriga
llena…
El cansancio tampoco es contagioso.
Ni los agujeros de los zapatos.
Ni la miseria.
Ni mi padre que me tironea del pelo si no vendo.
Ni la falta de caricias.
Nada de lo que yo tengo es contagioso.
Porque no son enfermedad, son problemas, como dice mi abuela.
Usted me puso triste, señor.
Usted hizo que yo me avergonzara, no sé muy bien de qué, pero de algo que hay en mí
y todavía no puedo comprender.
Porque si me miro en las vidrieras de los negocios no veo una nena demasiado diferente
a las demás nenas de diez años.
Veo una nena de diez años mal vestida y con poca risa, pero casi linda y a veces casi
buena y casi con ganas de trabajar en ésto, que me deja las piernas flojitas después de
una montaña de horas y horas por las que trepo con mis corriditas entre los autos, y los
sustos que me dan algunos conductores, a propósito, para reírse mientras mi corazón
galopa y galopa…
Veo una nena que nunca tuvo fiesta de cumpleaños pero igual crece y se va haciendo vieja.
¿Me haré vieja de repente, sin pasar por la edad de los jeans y el rock?
Usted me puso triste, señor.
No fue que no me comprara las lapiceras ni que me gritara que no quería comprar,
ni que me cerrara la ventanilla…
Fue ese miedo de contagiarse la desgracia lo que hizo que yo la sintiera toda junta y
más grande.
Y como sucia.
Y como si fuera culpa mía.
Y yo no tengo la culpa, señor.
Yo no puedo hacer nada más que esto que hago.
Y en cambio usted a lo mejor sí puede hacer algo, algo que no sea enojarse conmigo y
tenerme tanta bronca y tanto miedo como si yo fuera… no sé…
Me pregunto, ¿si yo algún día, digo, si por un milagro, me vuelvo rica y con auto y ropa
nueva, seré capaz de hacerle a alguien lo que usted me hizo?
Y me pregunto ¿usted no pensó en mí después de eso?
¿Ni una sola vez?
¿Ni un poquito de pena le quedó… ni un poquito de dolor chiquito como un mosquito
(POLDY BIRD)
Ann, hace un rato me sente a leer blogs... y cai aqui.... me senti identificada con lo tuyo y con lo de todas y cada una..
ResponderEliminarparticularmente... me pasa que desde que tengo hijos, me da un terror enorme que algo les pase... y creo qeu cada uno lucha a su manera como una forma de proteger a los suyos... uno cree que trabajando, educando, cuidando, protegiendo, no matando, etc que ese es el camino... pero cuando ves que a la gente que no labura se le dan planes, a los que matan no se los juzga, los que nos tienen que proteger no estan... es desesperante.. yo me lo planteo.. y a veces el miedo te paraliza y no te hace pensar ni enl a posibilidad de ayudar a esa gente... que a mi criterio actua mucahs veces asi, por no tener nada que perder...
yo estoy tan decepcionada y pienso tanto en lo que nos depara.. trato de ni ver la cola de una pelicula asi porque afloran en mi todos los sentimientos....
todo lo que hoy nos toca vivir creo que nos hace pensar que no somos luchadores... pero no lo veas asi.. cada uno lucha dentro de lo que le tocó vivir..y que hayas podido acceder a determinadas cosas no te hace menos o mas luchadora... se que lo que cada uno puede hacer es el famoso granito de arena.. pero por como se vive hoy... es normal que hasta de miedo ponerlo...
un beso grande
Que buen post y que buenos comentarios. Me hizo pensar y mucho. Honesto y valiente y bien escrito. Gracias Ann por hacerme reflexionar.
ResponderEliminarAnn, llego, como siempre, acá de casualidad, y cada vez me topo con algo que me deja pensando,lo cual es muy bueno, pero que me gustaría, que además de hacerme pensar me movilizara. No quiero creer que todo está perdido,no lo acepto, pero creo que si sólo miramos como en una vidriera, lo que le pasa a los otros, si no nos hacemos cargo de "algo"por chiquito que sea, a la larga lo que pasa lejos de nosotros nos pega.
ResponderEliminarPor eso esta vuelta me llevo la idea de buscar, desde mi lugar,que puedo hacer, como devolver esa estrella nuevamente al mar, quizás, con el tiempo, y si muchos tomamos esa opción, algo cambie.
Estoy como muchos decepcionada del pais, y con mucho dolor por esta sociedad egoísta en la que vivimos, pero acepto que no puedo esperar que el otro cambie si yo no estoy dispuesta a hacerlo.
Besos
Glo
realmente hermoso y valiente.
ResponderEliminarpero más importante que eso, supongo, es el sentido dentro del que se inserta aquello, y que no puede llevarnos a dudar de la vida ni sentir insuficiente el rol que desarrollamos en ella.
un abrazo.
Concuerdo con casi todo lo que dicen vos y las chicas. La educación sí o sí es la respuesta a todo. Eso va abriendo puertas, trabajo, dignidad, casa, comida, todo lo demás viene encadenado. Pero qué difícil y cuánto hay que hacer por el camino.
ResponderEliminarTambién pienso mucho qué hubiera sido de mí si en vez de tener la suerte de nacer acá, hubiera nacido allá. Con poco para darle a mis hijos, mucho para remar, poca recompensa. No llego a una respuesta, sólo me queda agradecer todo lo que tengo.