martes, 25 de enero de 2011

Necesito reducir la cantidad de cosas que hay dando vueltas por esta casa. No te digo que quiero ser minimalista, pero sí, al menos, reducir. Es increíble la cantidad de cosas que se pueden acumular en una casa en sólo 2 años. Entre el "esto me puede llegar a servir algún día" y "bueno, lo pongo acá por ahora y después le busco un mejor lugar"... así terminamos. Y ahora sumamos un bebé, y la casa rebalsa.
Es difícil hacerlo sola y sin permiso, pero mi filosofía no me viene fallando. Si J ni sabe qué tiene o dónde lo tiene, no lo va a extrañar, ni lo va a ir a buscar. Así que se tira, desaparece. Y aparecen espacios, cajones, estantes, cajas, de repente libres. Qué desafío comprometerse a no llenarlos con más cosas superfluas, cosas que en unos meses empiezan a hacer ruido y en dos años se me hace imperiosamente necesario deshacerme de ellas.

2 comentarios:

  1. Así somos las mujeres... y así son los hombres!

    Cuando nos fuimos a vivir juntos, encontré pilas y pilas de ropa guardada de quien ahora es mi marido, y él ni se acordaba que las tenía!!!

    Y llegué yo y llené la casa de cosas... En fin...

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  2. Pero las cosas que él ni sabe que tiene, se tiran sin culpa... ¿no? ¿Soy sólo yo?

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