Mi primera vez

Mi hermana se llevó a G a su magisterio (??), así que tengo un ratito para seguir el cuento.

Resulta que J volvió a la casa de mis viejos, todo cambiado y hecho un señorito, como corresponde -recuerden que lo habían dejado atado, embalado y semidesnudo los GENIOS de sus amigos-, y cuando llegó, como corresponde, le hice una escena. ¿Si amenacé con no casarme? Obvio. ¿Si le pedí un tiempo? Por qué no. ¿Si le informé que nunca más volveríamos a dormir en la misma cama? Elemental.

Bueno, se darán una idea de la amena tarde que estábamos pasando, hasta que le informé que debería ocuparse de él mismo y de su hijo el resto del día, ya que yo tenía que irme. ¿Adónde? A Buenos Aires. "¿A BUENOS AIRES?" Para ponerlas en contexto, que yo me vaya sin él, y sin dar motivos, un domingo a BsAs, es el equivalente a que cualquier mujer normal anuncie que sale en el próximo cometa con destino a Marte.

"Sí, a Buenos Aires." "Y a qué te vas?" ¿Ustedes creen que le contesté? Por supuesto que no.

Pero como estoy segura de que ninguna de las personas que lee esto se fue un fin de semana entero de despedida de soltero una semana antes de casarse conmigo, ustedes sí pueden saber a qué me fui.

Resuuuulta, que yo leo muchos blogs. Bastantes. Algunos. 187 luego de una reducción feroz que hice estos días. Y de ellos, diría que la mitad son en inglés. Algunos son por las imágenes lindas, por las ideas tan primermundistas, por esos delirios yankees de la vida perfecta que me encantan... En fin, entienden la idea. Pero hay otros, los menos, que elijo sólo porque me encantan. Me divierten, me interesan, me entretienen. Y los leo para eso, y nada más que para eso.

En un momento intenté hacerme un blog en inglés, pero naufragué al poquito tiempo. Verán, English Teacher and all, pero me da muchísima timidez exponer mi inglés. Mi kriptonita son los natives, esos malditos que hablan, sin esfuerzo alguno de su parte, como yo jamás lograré hablar, no matter how hard I try.

En fin. En uno de esos blogs que leo sin pretender llegar a nada, just for the sake of it, la señora blogger manda, así como así: "Chicos, estoy preocupadísima, tengo que dejar a mi hija de menos de 2 años con mi marido por 2 semanas porque me voy a un paisucho, Argentina creo que se llama, por trabajo. ¿Qué hago? Pobre niña, su padre, mi ausencia..." blahblahblah, first world problems. El post, obviamente, era sobre la angustia que le causaba dejar a la niña. (Y, claramente, estaba en inglés!)

Pero como imaginarán, mi emoción pasaba por otro lado. Alguien oriundo de New York estaba hablando de Argentina! Y pretendía venir para acá sin temer que la asesinaran al salir del aeropuerto o que un mono le contagiara el ébola! (?)

Sin pensarlo demasiado -porque si lo hubiera pensado, BELIEVE YOU ME, no lo hubiera hecho-, le dejé un comentario, informándole que contra todo pronóstico, tenía una lectora en Argentina, que se ponía a su disposición por si podía ayudarla en algo.

Ahhh, la impunidad que da el anonimato. ¿Se creen que si algo así hubiese sucedido en la vida real yo me hubiese animado a dirigirle la palabra??

Cuestión, mandé el comment, and to another thing, butterfly. Unos días después, mail. Ohmygod me mandó un mail la yankee. Me decía que sí, que gracias, que le encantarían algunas sugerencias sobre dónde ir, qué hacer, qué visitar, thank you very much. Me dijo que estaba en la zona de Palermo Soho, y ahí me agarró el pánico, porque ¿recuerdan cuando dije lo raro que es que yo vaya a Buenos Aires? Bueno, eso implica que no tengo IDEA sobre adónde ir, qué hacer, qué visitar!

Hice lo que cualquier persona argentina argenta haría: chamuyé. La mandé a comer alfajores a Havanna, a la cancha de Boca (!), a San Telmo, al hipódromo, a ver un partido de Polo (!!), a Caminito. Y para ponerle un moño a esta bonita sarta de bullshit, le dije que yo estaba disponible, si quería que nos juntáramos.

Y se mueren muertas: contestó. Dijo que estaba varada unos días extras porque justo fue lo del huracán y los vuelos estaban suspendidos. Y que sí, que estaría buenísimo que nos viéramos. Mañana o pasado, domingo o lunes. Lunes era día laborable, implicaba tomarme el 57 de una, y con horarios jugados. Pero el domingo era el día posterior a mi propia despedida. Así que, en mi desenfado provocado claramente por una psicosis transitoria, le dije que nos encontrábamos el domingo a tomar el té.

Me llevó mi papá, que iba a BsAs para ir a la cancha, y así fue que me presenté en su hotel y le tuve que preguntar al recepcionista sobre qué carajo se podía hacer por ahí, ya que no tenía idea de dónde estaba parada. Terminamos yendo hasta Plaza Serrano (10 cuadras), buscando frenéticamente un cajero para que pudiera comprarse un cuadro, tomando el té en un bar de por ahí, y nuevamente buscando, esta vez un supermercado, para poder comprarle un digno pote de dulce de leche La Serenísima, el mejor souvenir que puede existir.

Perdí la timidez, y me largué a hablar. Hablé y hablé, y por supuesto le conté sobre mis pequeños problemas pre-matrimoniales. Yo había 'estudiado' un poco su blog, porque la verdad es que leo tantos que termino no sabiendo quién es quién, cuando no interactúo. Pero hasta que no volví y me senté con más tiempo, no caí en la cuenta de que la mina es grosa de verdad, dentro y fuera de la blogósfera.

Así que ya saben, mis queridas, me encantaría ser parte de algún encuentro bloggero nacional y autóctono, pero sepan que mi primera vez fue internacional, a todo o nada, y salió mejor de lo que esperaba!

¿Mueren por saber quién es? Si me dan un besito se los digo (?)