viernes, 20 de enero de 2012

Cambiar el enfoque: comer adentro

Uno de los gustos que siempre nos dimos con J es el de salir a comer. Cuando recién nos conocíamos, era una frecuencia, te driría de 3-4 veces por semana. Cuando empezamos a vivir juntos y hasta que nació G, ponele que aflojamos un poco, digamos 2-3. Y una vez que fuimos 3, sí, la cosa se hizo un poco más compleja, pero nos la seguimos arreglando para salir, ya sea con G dormido en el cochecito, o pidiendo la asistencia de padres y/o hermanas, que se quedaran un rato en casa mientras nosotros salíamos.

Y si no, claro está, siempre existe Auto Mc.

Pero no. No more. Es hora de ponerse las pilas y cambiar el enfoque. ¿Para qué comer tanto afuera, cuando perfectamente se puede comer adentro?

Verán, yo tengo un plato preferido por restaurant. Rara vez miro la carta, porque sé, desde que me estoy cambiando en mi casa, exactamente qué quiero comer. En Margarita, restaurante mexicano, como fajitas de pollo. En un restaurant del centro de Pilar, revuelto gramajo. En otro, ñoquis con salsa rosa. Y así.

Por eso, cuando planeamos salir a comer, basta que yo diga qué es lo que quiero, para que los demás sepan adónde quiero ir.

Entonces un día, se me ocurrió una idea fantástica, revolucionaria, jamás antes pensada. ¿Y si hacemos esos platos en casa? Lo primero en ser copiado fueron las fajitas de pollo: pechuga cortada en tiritas, morrones verdes y rojos, cebolla, fin. No tengo la salsa loca que le ponen en Margarita, pero zafa. Después agregamos el queso cheddar fundido, arriba de Doritos, y voilá, no volví a ir a comer ahí.

Mi última obsesión era el mezclum, que comía en el bar al que vamos siempre. Por si no lo saben, esto es el mezclum:

 Lechuga, queso parmesano en tiras, tomate, zanahoria rallada, pollo frito, vinagreta de mostaza. YUM!

Antes de venir a Punta Alta, propuse a mis amigas ir a comer mezclum. Pero resulta que el bar cerraba los jueves, así que tuvimos que cambiar de plan... o no tanto!

Sí! Mezclum en casa, hace de mí una mujer feliz!

Pero ustedes no serán tan ilusas de creer que tamaña obra de arte corrió por mi cuenta, ¿no? Claro que no! Todo debo agradecérselo a ellas:


Mainu y Memé, que aportaron los recursos, la sabiduría, las ganas y la mano de obra para cocinar para 8 personas con paciencia y amor! En especial Memé, sos grosa, GROSA, y te admiro en muchos niveles.

Gastamos muuuucho menos, comimos igual de rico, trabajamos más, sí, pero nos divertimos haciéndolo, comimos mucho y tomamos lo que quisimos, y estuvo genial!


3 comentarios:

  1. nada como comer en casa con amigos!! cansa pero es lo más lindo que hay... ahora, con lo del mezclum me dejaste perdida, yo hubiera jurado que era algún tipo de fertilizante!!! besos

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  2. Excelente! nunca había escuchado del mezclum y se ve fácil. Uno de mis planes este año es cocinar en casa, vamos a ver si por fin logro organizarme.

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  3. Muchas gracias! Pero tampoco pa tanto me parece. Vos hiciste lo tuyo too (aunque no te deje rallar nada).
    Cada una es grosa en sus cuestiones y aprovecha para nuevamente decirte miiiil gracias por mostrarme este mundo desconocido para mi!

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