martes, 20 de marzo de 2012

Getting there

A lo largo de mi corta carrera como madre, he logrado escandalizar a bastante gente con mis comentarios y reflexiones sobre la maternidad. Verán, yo creo que no llegué a la depresión post-parto, pero le pasé muy cerca. Eso, sumado a mi compromiso con la más absoluta sinceridad, hizo que de mi boca salieran palabras que nadie quería escuchar.

No podría jamás describir los primeros meses compartidos con mi bebé como un idilio madre-hijo... tenía muchas más ganas de huir que de quedarme. Pero como aparentemente sigo más del lado de la neurosis que el de la psicosis -aunque, créanme, en ese momento no estaba tan convencida-, me quedé.

Y oh my God, cuánto valió la pena.

No importa si se tienen que persignar antes de leer la siguiente frase: recién ahora, a sus 18 meses, puedo decir que disfruto plenamente del tiempo compartido con mi hijo. Recién por estos días es que me doy cuenta de que sé exactamente qué hacer con él, como entretenerlo sin desesperarme, cómo no morir de agotamiento en el transcurso de un día entero a solas con él.

Hubo pequeños indicadores que me alertaron de este cambio tan positivo en mí: el hecho de extrañarlo más que nunca, de querer ir a buscarlo al jardín para ser la primera en abrazarlo, la paciencia magnificada al infinito, y, principalmente, el hecho de que cuando Javi me planteó su genial idea de comprar una platea de Boca (onda, para ir a ver todos los partidos que juegue de local, iupi), la idea no me aterrorizó. Sí, me embola, sí, me parece cualquiera taaaannnta necesidad del "te sigo a todas partes", pero todo eso pasa por un tema de adultos, nada que ver con Geno.

Hablando de él, está hecho un capo. Llegaron los gloriosos días en los que el bebé forma parte activa de la vida familiar. El pibito toma sus propias decisiones en cada vez más áreas, sabe dónde está todo lo que necesita y cómo conseguirlo, y también empezó a ayudar. Tengo un helper particular que tira a la basura todo lo que le pido, ¡sin quedarse a investigar los contenidos del tacho!, que ayuda a la hora del "a guardar, a ordenar, cada cosa en su lugar", que sabe de dónde traer una cuchara para su yoghurt o la palita cuando mamá está barriendo.

Un bebé que ya de bebé tiene poco, que ama bailar, que organiza fiestas en el living cada vez que empiezan los Backyardigans o High5 o capta al pasar alguna nota de Wachiturros (horror, pero qué quieren que haga?). Un enanito que come solo haciendo cada vez menos desastres, que llama al sapo Pepe y al pájaro Blu (de Rio) por sus nombres, que distingue quién es mamá y quién papá, y que ama cepillarse los dientes. 14 veces al día. Un nene que ya no duerme tan bien como antes, que se despierta seguido a la noche, pero que vuelve a acostarse para dormirse en el instante en que sus padres abren la puerta de su cuarto, que está muy bien adaptado a su jardín y hasta aprendió a dormir la siesta en el piso, rodeado de otros chicos, y con música.

Genaro es lo más, estoy sinceramente fascinada con él, coincido con todas en que esta es la mejor etapa de los toddlers, y acá viene la terrible confesión inconfesable: no quiero dejar mi trabajo de la tarde para estar con él. Me jode, me avergüenza decirlo, pero sé que si volviésemos a pasar tantas horas juntos como el año pasado, volvería mi irritación, mi falta de paciencia, mi anhelo por querer hacer cosas que no estén estrictamente relacionadas al mundo de los sub-2.

Déjenme a mí con mi culpa, que me lleva a querer exprimir cada momento que tengo con Geno al máximo. La misma que me tiene convencida de que 3 horas de puro amor y compañerismo valen muchísimo más que 8 horas de "dejame un ratito, miremos America´s Next Top Model, dale, no quiero jugar más..."

Chicas, yo no nací para ser madre. No lo traía innato, y no se me hizo fácil acomodar mis neuronas a la nueva situación vital. Pero ahora, despacito, suavemente, estoy empezando a sospechar que ese título que me dieron sin merecerlo, me está quedando cada vez menos grande. Y esa es la mejor sensación que tuve en 18 meses.

15 comentarios:

  1. Al principio no es fácil, o por lo menos para mi tampoco lo fue, pero de a poco te vas acomodando a pasar de ser dos a ser tres.
    Es bueno para la mente tener una vida laboral paralela a la vida de madre, aunque a veces el cuerpo pase factura...jajaja
    Seguí disfrutando de esos momentos únicos, como el guardado de juguetes, la ayuda y la colaboración jajaja, cuando se vuelven más grandes (siete años) ya no es una diversión y pasa a ser una tarea no grata...jajaja (y te encontrás de fondo gritando a la nada...dale guardá) ajajjajaaaaaaaaa
    Besos para vos y tu hombrecito!!!!

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  2. Gracias Ann! Necesitaba que alguien lo dijera. Es lo que me pasa con la mía de 18 meses. Estamos viendo el tema del jardín. ojalá tengamos tu suerte.
    Besos!

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  3. Sabés que el otro día los vi jugar, te vi a vos jugar con él, y noté todo esto que escribiste acá.
    Sentí como que su aire estaba más colmado de paciencia, ganas y tiempo para pasar juntos.
    Me puso muy feliz y casi que hasta iba a decírtelo, pero acá está. Lo tenés bien claro.

    No sabés cuánto me alegra que sean así de felices.

    ¡Que sea puro amor y diversión!

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  4. Celebro tu sinceridad ann! no me parece que tengas que sentir culpa. creo que estas comoda con tu 100% y eso es barbaro, que siga asi!

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  5. Si si si senora! A disfrutar de esta etapa entonces! Ademas, como dice super Nanny, es mejor calidad de tiempo que cantidad! Besos!!!
    PD: viste super nanny alguna vez?

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  6. mamà vieja dice....y no sabes todo lo bello que te queda!! jajaja esta etapa, hasta que entre a primer grado mas o menos, es maravillosa....te divertis a lo grande!!! te maravillas, si señores frente a mi una persona pequeñita!!!! que le gusta wachi!! y uno no se lo enseño!! es barbaro...despues ya vienen otras cosas lindas igual pero mas institucionalizadas.
    me alegro Ann, por vos...por todos!!

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  7. jajaja "Yo no nacì para ser madre!" jajaja
    SOMOS DOS...
    Lo importante es hacerlo lo mejor posible, a pesar de no haber nacido para ello!
    La que dice que disfruta del bebé, los primeros meses de vida, cuando no te devuelve caricias y siempre caga, vomita y llora... no es humana.
    Cero culpas por laburar. Hasta Geno te lo va a agradecer si el tiempo que pasàs con el es de mejor calidad!
    Besos

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  8. Hola Ann!! Lo importante es que ambos se sienten bien, vos necesitas tu espacio y Geno disfruta del jardín , ambos la pasan bien y cuando se encuentran la pasan mejor aún!!. Resultado perfecto. Es necesario extrañarse..y sobretodo no saturarse...a ésta edad son hermosos pero muy demandantes... Beso!!
    Ana

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  9. Que lindo Ann lo que escribiste,por que te sentís y expresas las cosas como una madre que aparte de ser madre trabaja y hace lo que le gusta y lo decís tan bien,no te preocupa el que dirán,sin la vida color de rosas ni la madre perfecta.
    Creo que nadie nace con el titulo de ser madre,hay algunas que lo ansias mas que otras,pero es algo que te lleva aprender día a día,( y eso que todavía no tuve hijos quizás cambie la forma de decir las cosas para bien o para mal).
    Disfruta de tu hijo,de verlo crecer.de sus manías y locuras, también hace lo que a vos te guste hacer,no te sientas culpable por nada,el sabe que sos la mejor mama del mundo y con eso basta.
    besotes
    Ayez

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  10. Ann...brindo por vos y por todas las mujeres que se animan a mostrar el alma!
    Me siento TAN identificada! Realmente los primeros meses son agotadores, a veces siento que no doy más, o que cuento las horas que faltan para que se duerma!
    Y lo amo, te juro que con toda el alma...
    Pero pasa, tu blog me da ánimo de que va a pasar!
    Segui escribiendo,tu blog está buenisimo y aunque no lo creas es muy sanador para mí :)
    Te mando un beso enorme enorme!!

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  11. Ché, pero es un campeón! recién a mi tercer hijo le da por lavarse los dientes solito, con los otros dos más grandes la lucha no ha terminado aún, pero tengo esperanzas con el peque que le sigue

    y no dejes el laburo de la tarde, te lo digo yo que lo dejé!!!!

    besote

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  12. Ann
    pero qué lindo escribís
    qué bien trasmitís las sensaciones!
    me dejaste helada
    a mi la maternidad (que aún no se concretó) me pone un poco perpleja por cosas muy similares a las que enumerás vos.
    Ya estoy experimentándolo con el cachorrín... su dependencia a veces me exaspera. Después cuando me recibe con saltitos medio se me pasa todo. Pero no podría imaginar la vida 100 por ciento dedicada al mundo sub-2. Te entiendooo! Es más: yo al rato de jugar me aburro! Sé que empezaría a conectarme justamente a partir de esa edad, cuando ya podamos intercambiar ideas... reírnos, armar juegos de a dos. En fin. ME encantó tu post y felicito tu hermosísima y amorosa sinceridad. Eso es ser una mami con todas las letras: ponerle onda aunque cueste. =)
    Sos acuariana por casualidad?
    Besotes.
    c.

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  13. Me emocionaste y a pesar de no ser mamá y tener esa imágen idílica que te venden, lo veo tan real, tan entendible todo lo que decís. Tu hijo es una belleza y creo, humildemente que a él también le hace muy bien no estar toooodo el día con su mamá.
    Besito!

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  14. Chicas, tantas gracias a todas!

    Qué bueno no ser la única que no nació para ser madre, qué bueno compartir con otras mamás esta etapa genial y todas las que vendrán, y qué bueno hacer un pequeño aporte a las no-aún-mamás para evitar que se sientan pésimo al descubrir que no todo es perfecto como dice la publicidad de pañales y mamaderas! Chicas, TODAS tenemos momentos de exasperación, y de ninguna manera significan quererlos ni un ápice menos! Valor, que ya van a dormir toda la noche! (Todavía no puedo decirles, por ejemplo, "van a dejar los pañales", o "van a mirar una peli entera tranquilitos en el sillón", porque NO ME CONSTA! pero seguro que así será).

    Besos y gracias a todas! Perdón por aburrir con el unitema! jaja

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