Time is on my side

Aviso que esto puede salir largo y demasiado personal. Están advertidas.

Acabo de leer este artículo que encontré en un blog que leí a la pasada. Les cuento: habla sobre lo infundada que suele ser la queja del "no tengo tiempo". Recomienda llevar un registro real y a conciencia de lo que hacemos con nuestro tiempo durante una semana, y así seguramente confirmaríamos que tiempo tenemos, sólo que no lo usamos eficientemente. Que pasamos más tiempo del que creemos en Facebook, y mucho menos lavando platos. Que a veces damos vueltas por la casa, demasiado estresadas pensando en lo que tenemos que hacer como para realmente hacer algo.

Si me hubiese cruzado con este artículo hace un año, seguramente lo hubiera salteado, sin más. Pero ahora... Ahora este tema está entre mis preocupaciones. No sé si me voy a poner a llevar un registro (¡no tengo tiempo para eso!), pero está bueno pensarlo un poco para poder actuar en consecuencia.

A ver. Una semana tiene 168 horas. Empecemos por lo más importante: yo duermo, diría que casi siempre, 8 hs por día; a la noche o en gloriosas siestas. 56 horas perfectamente destinadas al descanso. Salgo de casa al trabajo a las 8 y vuelvo a las 5: 63 hs necesariamente dedicadas a eso. Le sumo los 45 minutos diarios que paso entre que me levanto y me voy al cole: 5:15 hs más. Me quedan 43 hs con 45 minutos para todo lo demás.

¿Es mucho? ¿Es poco? Es bastante menos de lo que tenía el año pasado, eso sí. Pero me parece tiempo suficiente... Sé que una de mis prioridades urgentes tiene que ser organizar mi tiempo y maximizar mi eficiencia en las horas que estoy en los coles. Todo bien con el tecito en sala de maestros, pero cuanto más haga, corrija, adelante en esas valiosas horas libres, menos trabajo para traer a casa, y más tiempo de esas 43 horas para dedicar a cosas más prioritarias.

Otro tema: mi Google Reader acusa en este momento 767 posts sin leer. Increíble. Impensable para mis stándards tiempo atrás. A ver, leer blogs para mí no es tan prioritario como estar con mi familia o cumplir con mi trabajo, pero dentro de mis placeres diarios, definitivamente es el principal. Así que será cuestión de empezar por los que más me interesan, o sea, los que pertenecen a la gente que más me interesa, y volverme mucho más estricta con el filtro. No quiero perder esto que se armó acá (o sea, no acá, me refiero a la parte de la blogósfera en la que me siento incluída). No quiero dejar de leer blogs de gente que quiero, que me interesa, que me lee y siento que se interesa por mí. Creo que es cuestión de buscar un poco y encontrar adónde está ese exceso de tiempo que estoy malgastando, ponerme las pilas y repensar las prioridades a cada momento.

Vamos a ver si me sale.